Cinco cambios que debería adoptar pronto la NPB

   A principios de la semana pasada tuvimos el placer de escuchar el primer podcast del año de nuestros colegas John Gibson y Jim Allen, ambos de la versión inglesa del Diario Yomiuri, que contó con la participación del periodista e historiador del béisbol japonés Robert Whiting.
 
   El selecto grupo de expertos discutió la situación actual de la NPB y también los cambios que se podrían o deberían implementar para mejorarla y progresar de la misma manera que lo han hecho las Grandes Ligas en los Estados Unidos.
 
   Como ya hemos explicado en columnas anteriores, realizar cambios a la estructura actual de la NPB resulta sumamente difícil debido a la manera en que tanto la liga como los equipos funcionan y también a la falta de cooperación entre éstos, la liga y la Asociación de Peloteros.
 
   Japón es un país famoso por su cultura de cooperación y de trabajo en equipo, pero en lo que respecta al béisbol la armonía de grupo que con tanto celo se resguarda en otras áreas de la sociedad simplemente no se respeta.
 
   Recordemos brevemente los problemas fundamentales de la NPB. Primero, los equipos no están organizados como una compañía independiente, que se gobierna a sí misma y cuyo fin es producir dinero y resultados al máximo de sus capacidades, como ocurre en los Estados Unidos.
 
   En Japón, por el contrario, los equipos representan un departamento más de la compañía que los administra, trabajan con un presupuesto definido por ésta y el principal propósito de su existencia es funcionar como una gran campaña publicitaria para la misma.
 
   Noten que los equipos no llevan los nombres de sus ciudades, sino de las compañías a las que pertenecen. Los Halcones de SoftBank, por ejemplo, juegan en Fukuoka, pero llevan ese nombre porque pertenecen a la compañía de telecomunicaciones SoftBank; los Tigres de Hanshin juegan en Nishinomiya, pero llevan el nombre de la compañía de trenes de pasajeros Hanshin; y los Leones de Seibu llevan el nombre del Grupo Seibu, un conglomerado comercial que es dueño de una cadena de hoteles, tiendas por departamentos y trenes de pasajeros.
 
   Sólo los Carpas de Hiroshima llevan el nombre de su ciudad, si bien la compañía automotriz Mazda posee una buena parte de las acciones del club y representa el principal patrocinador del mismo (el estadio del club se llama Mazda).
 
   Como resultado de esta forma de organización, 10 de los 12 equipos de la NPB generan pérdidas cada año. Las únicas excepciones son los Gigantes de Yomiuri y los Tigres de Hanshin.
 
   El segundo gran problema que posee la liga es que la NPB trabaja para los 12 clubes en lugar de éstos trabajar para ella. En las Grandes Ligas, la liga como tal dicta las reglas, supervisa el calendario y además se encarga de comercializar sus productos, incluyendo sus transmisiones televisivas. Su página web, que es de extraordinaria calidad, es un modelo a seguir.
 
   Luego, la liga reparte todas las ganancias producidas entre los equipos utilizando un sistema de porcentajes que permite a los clubes más modestos recibir una ayuda monetaria que probablemente no serían capaces de producir por sí mismos.
 
   En la NPB, los 12 equipos deben realizar un pago anual a la oficina del comisionado que, junto a las ganancias producidas por la Serie de las Estrellas, conforman el único presupuesto que ésta tiene para trabajar. Su única responsabilidad es la de organizar el calendario.
 
   Con un jefe que está obligado a obedecer a sus súbditos en lugar de éstos obedecerlo a él, obviamente no se puede progresar demasiado.
 
   Luego está el problema de la Asociación de Peloteros, que supuestamente existe para defender los derechos de los jugadores pero que no se deja escuchar cuando realmente es importante que lo haga sino que más bien se entromete cuando no debe hacerlo. Su falta más grave es su negativa a realizar dobles jornadas para recuperar los juegos que han sido suspendidos por lluvia.
 
   Por último, está la actitud casi dictatorial de dos clubes, los Gigantes de Yomiuri y los Tigres de Hanshin, que debido a su popularidad y su fuerza económica casi siempre imponen su punto de vista en todas las decisiones de la liga. Si éstos no están de acuerdo con algo lo obstruyen de una manera tal que al final la única opción que queda para salir adelante es hacer lo que ellos digan.
 
   Gibson, Allen y Whiting discuten en el programa varios cambios que la NPB podría o debería realizar para mejorar su actual situación, pero conociendo los obstáculos que existen en el camino es fácil comprender que varios de ellos son casi imposibles de realizar o que pasará mucho tiempo antes de que se implementen.
 
   No obstante, en nuestra humilde opinión, existen cinco cambios importantes que, en teoría, no son tan difíciles de realizar y que de implementarse podrían ayudar a mejorar considerablemente la situación, la imagen y la respetabilidad de la NPB. Los mencionamos a continuación.
 
   1) Cambiar la pelota. La NPB decidió adoptar una pelota oficial para la temporada 2011 (antes se utilizaban hasta 4 pelotas distintas fabricadas por diferentes compañías) y la idea fue muy bien recibida ya que por fin hizo justicia a los lanzadores, que se tenían que adaptar varias pelotas distintas durante el año, dependiendo del estadio en el que trabajaran. El único problema es que la pelota que seleccionaron, fabricada por Mizuno, es muy pesada y no vuela mucho, por lo que el número de jonrones y la producción ofensiva en general de todos los bateadores de la liga ha disminuido dramáticamente. Es muy común ahora ver muchos juegos que terminan 1-0 y hasta juegos sin hits ni carreras (en la temporada 2012 se vieron 3 de ellos). Esto, obviamente, está afectando el interés de los fanáticos en el juego y la asistencia a los estadios. La NPB tiene el poder de proponer este cambio, que con casi toda seguridad será aprobado por los equipos; lo único que tiene que hacer es seleccionar una pelota que vuele más.
 
   2) Ajustar el final del calendario. Actualmente, ambas ligas comienzan la temporada el mismo día, pero la terminan en fechas distintas y ni siquiera de forma unánime, sino que a veces en el último día sólo se disputa un partido. La razón de esto es que ambas ligas posponen para el final de temporada la realización de los partidos que fueron suspendidos por lluvia durante el año, lo que produce un desbalance tremendo. A veces hay equipos que terminan la temporada 10 días o dos semanas antes que sus rivales. Esto, a su vez, produce un tiempo muerto muy incómodo entre el final del calendario y el principio de los playoffs, por lo que a veces el campeón de liga debe esperar 2 o 3 semanas antes de disputar su primer partido de la postemporada. Sabemos que la NPB está a cargo de la organización del calendario, pero también que no puede imponer el cambio, en especial en la Liga Central donde los Gigantes y los Tigres son los que deciden que se aprueba y que no. No obstante, también sabemos que en la Liga del Pacífico siempre está un paso adelante en términos de progreso debido a que trabaja mejor en grupo, por lo que proponemos que ésta tome la iniciativa de adoptar una fecha final para su propio calendario y que se encargue de respetarla. Esto aumentará la emoción y el dramatismo del final de la temporada y probablemente el interés de los fanáticos en sus juegos. Una vez hecho el cambio y después de comprobar que ha tenido un buen efecto, a la Liga Central no lo quedará más remedio que hacer lo mismo, como ocurrió con las series de postemporada. El obstáculo más difícil será convencer a la Asociación de Peloteros de aprobar la realización de dobles jornadas para poder asegurarse de que la temporada se termine en el día acordado.
 
   3) Disputar los juegos de postemporada en horas distintas. Esto se ha hecho en el pasado, pero no completamente y, además, no se ha mantenido. Hoy día, los partidos de postemporada de ambas ligas se disputan a la misma hora, lo que impide a los fanáticos ver todos los partidos en vivo. Esta situación ha despertado muchas críticas porque la NPB está impidiendo de esta forma comercializar su propio producto al máximo de sus posibilidades, como sí ocurre en la postemporada de las Grandes Ligas. Una vez más, proponemos que la Liga del Pacífico tome la iniciativa de disputar sus partidos de postemporada en un horario distinto al de la Liga Central, de manera que la atención de todos los fanáticos del país esté centrada en la actuación de sus equipos y no dividida entre dos juegos distintos.
 
   4) Transmitir los juegos de la NPB por Internet. La Liga del Pacífico, como siempre un paso adelante en términos de progreso y modernización, tiene ya tres años trabajando con un sitio llamado Pacific League TV, que transmite, por subscripción, todos los juegos de la liga en alta definición a través de Internet, incluyendo la postemporada y la Serie de Japón. Sus precios son muy similares a los de MLB.com, pero el sitio tiene el grave problema de que su señal sólo está disponible dentro de Japón. Lo único que tiene que hacer para aumentar considerablemente la popularidad y las ganancias generadas por su propio producto es habilitar su señal al resto de los países del mundo, de manera que el público de todo el planeta tenga la oportunidad de ver sus juegos. Les hemos escrito directamente en varias ocasiones para pedirles que lo hagan, pero hasta ahora se han negado a hacerlo. Este es probablemente el cambio más fácil de implementar y el que podría tener un efecto positivo más inmediato para la liga.
 
    5) Mejorar la página web de la NPB. Comparada con la página web de las Grandes Ligas, la de la NPB resulta una gran decepción. Parte de la información que ofrece es muy valiosa, pero también es muy limitada. Además, la actualización de los resultados de los juegos se hace con un día de retraso. Al parecer, sólo una persona está a cargo de mantenerla. Las páginas web de los 12 equipos de la liga y hasta las de los periódicos deportivos japoneses son mucho más avanzadas que la de la NPB. Va a ser difícil que puedan empezar a transmitir juegos en línea de la noche a la mañana, pero existen un par de cosas que podrían hacer para iniciar su proceso de modernización. Primero, mejorar la sección de estadísticas, que es muy limitada y no es muy fácil de manejar, y segundo, al menos ofrecer los comentarios en vivo, lanzamiento por lanzamiento, de los partidos. La sección de deportes de Yahoo Japan lo hace y si bien no es tan avanzada como la de MLB.com al menos tiene la información disponible para los fanáticos que la necesiten.
 
   Otros cambios más importantes y profundos, como diversificar el sistema de las ligas menores japonesas, cambiar las reglas del Sistema de Traspasos, modificar el draft, eliminar la cláusula de reserva en los contratos o construir nuevos estadios, podrían realizarse en el futuro, pero por los momentos estos parecen ser los más sencillos y los que pueden tener un impacto positivo más inmediato en la pelota japonesa.
 
   ¿Cuáles cambios propondría usted para mejorar la NPB en el futuro?
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