¿Podrá Blanco ganar el Jugador Más Valioso?

   La historia confirma que sus posibilidades son casi nulas, pero existen una serie de variables en este momento que de alinearse correctamente a finales de año podrían darle al dominicano Tony Blanco el galardón al Jugador Más Valioso de la Liga Central.
 
   Tradicionalmente, los periodistas deportivos japoneses tienden a otorgarle el premio al mejor jugador del equipo que gana el título de liga, pero en raras ocasiones han hecho excepciones para honrar al pelotero que más lo merecía.
 
   En 2008, por ejemplo, el derecho Hisashi Iwakuma se llevó el galardón en la Liga del Pacífico a pesar de que su equipo, las Águilas de Rakuten, terminó en el quinto puesto de la tabla. Sin embargo, su récord de 21-4 y su efectividad de 1.87 fueron demasiado sobresalientes como para ser ignorados.
 
   Así mismo, en 1994, el entonces novato Ichiro Suzuki conectó 210 hits en su primera temporada completa como profesional para convertirse en el primer bateador en la historia de la NPB en sobrepasar la barrera de los 200 imparables en una campaña. Además, ganó el título de bateo con el que fue en ese momento el segundo promedio más alto de la historia: .385. Al igual que ocurrió con Iwakuma, sus logros no pudieron ser pasados por alto.
 
   Las Estrellas de DeNA, el club para el que juega Blanco, no están en capacidad de superar a los Gigantes de Yomiuri para alzarse con el título de la Liga Central este año, por lo que de entrada las posibilidades del dominicano de ser honrado como el más valioso del circuito son muy remotas.
 
   No obstante, DeNA viene de ganar 8 de sus últimos 10 juegos y ha ascendido al tercer puesto de la tabla, que da acceso a la postemporada. Luego de quedar último en la clasificación durante los últimos 5 años, un eventual pase a los playoffs atraería mucho la atención de los medios y esto mejoraría las posibilidades del caribeño de ser reconocido.
 
   Luego están los increíbles números que está registrando este año. El poderoso inicialista lidera la NPB en carreras empujadas con 95, es segundo en jonrones con 31 y es segundo en bateo en la Liga Central con un promedio de .334.
 
   Su proyección de remolques para finales de año es de 153, lo que representa la segunda cifra más alta de la historia del béisbol japonés. Si de alguna forma lograse igualar o superar el récord de 161 sus posibilidades de ganar el premio crecerían enormemente.
 
   Su proyección de jonrones es 50, lo que sin duda es una cifra muy respetable pero no lo suficientemente impresionante como para convencer a los votantes. Sin embargo, combinada con otras variables esa marca reforzaría su candidatura.
 
   Su promedio de .334 no es particularmente destacable, pero si lo lleva a apoderarse del título de bateo eso también contribuiría a su causa.
 
   Ahora, la más importante de todas las variables que están en movimiento en este momento es la posibilidad de que gane la triple corona de bateo de su circuito. El título de carreras empujadas está prácticamente en sus manos; en jonrones, está a sólo dos del curazoleño Wladimir Balentien, quien se lesionó recientemente y es probable que se pierda varios juegos; y en promedio está muy por detrás de su compatriota Héctor Luna (.369), pero si la lesión de éste se extiende y al final de la campaña no logra reunir el mínimo número de turnos necesarios para ganar el título, entonces éste quedaría en sus manos.
 
   Sólo dos jugadores en la historia de la Liga Central han ganado la triple corona de bateo: el legendario Sadaharu Oh, de los Gigantes de Yomiuri, en 1973 y 1974; y el norteamericano Randy Bass, de los Tigres de Hanshin, en 1985 y 1986.
 
   Por lo tanto, si Blanco se convirtiese en el primer ganador de la triple corona de su circuito en 27 años y jugando además para un equipo que viene de quedar último en las últimas cinco campañas, resultaría casi imposible no darle el galardón al Jugador Más Valioso.
 
   No será fácil que logre una hazaña tan importante, pero la posibilidad de que ocurra existe y es muy real. Como mencionamos anteriormente, si las variables se mueven a su favor y al final de la temporada quedan alineadas correctamente la triple corona será suya.
 
   Quizás el obstáculo más importante que deberá enfrentar en su lucha por ser electo como el Jugador Más Valioso de la Liga Central es Shinnosuke Abe, el receptor de los Gigantes de Yomiuri.
 
   El veterano careta está registrando otra sólida temporada ofensiva que lo tiene en este momento tercero en jonrones con 24, tercero en empujadas con 67 y quinto en bateo con promedio de .305. El dominicano lo supera con creces en los tres departamentos, pero como Abe es la principal figura del equipo que con casi toda seguridad será el campeón de liga sus posibilidades de alzarse con el galardón son mucho mejores que las del latino.
 
   El hecho de que ya ganó el premio el año pasado, extrañamente, podría jugar a su favor. Por lo general, los votantes tratan de evitar otorgarle los honores al mismo jugador en años consecutivos, pero como Abe es tan popular y su equipo también es tan popular y además promete ganar el título de liga con facilidad, es probable que los periodistas consideren incluso un deber darle el galardón otra vez.
 
   Sea honrado con el prestigioso premio a finales de año o no, lo cierto es que Blanco está teniendo la mejor temporada de su carrera y es muy probable que haga historia cuando finalice la misma.
 
   Con la proyección de 153 remolques que tiene es muy posible que supere la marca de ese departamento para jugadores latinos, que en este momento está en posesión del venezolano Alex Ramírez (129 en 2010).
 
   Si logra mantener su ritmo y llega a los 50 jonrones se convertirá en apenas el noveno jugador en la historia en alcanzar esa cifra, además de superar con creces su registro personal de 39.
 
   Así mismo, si logra capturar el título de bateo se convertirá en apenas el tercer jugador latino en lograrlo en la historia del béisbol japonés.
 
   Nuestro amigo y colega de la agencia de noticias Kyodo Jim Allen mencionó recientemente en su popular podcast semanal otro dato importante que vale la pena destacar aquí.
 
   Durante los cuatro años que vistió la camiseta de los Dragones de Chunichi, el dominicano fue forzado a concentrar toda su atención en conectar jonrones, por lo que no tuvo el tiempo ni el permiso para trabajar en otros elementos de su juego.
 
   No obstante, con DeNA tiene la libertad de trabajar en todos los aspectos de su juego que desee, por lo que le ha podido dedicar tiempo a mejorar su promedio (lo más alto que registró con Chunichi fue .275, mientras que este año, salvo en dos juegos, ha estado siempre por encima de .300) y también a perfeccionar su defensa, lo que al finalizar la campaña podría resultarle en un Guante de Oro.
 
   A pesar de que las posibilidades son muy remotas, le deseamos la mejor de las suertes a Blanco en su búsqueda del galardón al Jugador Más Valioso de la Liga Central, de la triple corona ofensiva de ese circuito y de una campaña sencillamente histórica. ¡Gambare!
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