Jue, 18 Abr 2024 06:16 AM

Nuevo Sistema de Traspasos sólo beneficia a MLB

   No podemos sino expresar nuestra enorme desilusión con respecto a los cambios propuestos al llamado Sistema de Traspasos que están negociando actualmente la NPB y las Grandes Ligas, ya que éstos sólo benefician a los clubes de las mayores.
 
   El controversial acuerdo, que es la única forma que tienen los peloteros japoneses que aún no son agentes libres de irse a jugar a la Gran Carpa, sin duda necesita modificaciones, pero éstas deberían beneficiar a todas las partes involucradas, no sólo a una de ellas.
 
   Antes de pasar a analizar los desaciertos de los cambios propuestos, recordemos brevemente la forma en que funciona el actual sistema.
 
   Los contratos típicos de la NPB obligan a los jugadores japoneses a disputar, como mínimo, nueve temporadas completas con sus respectivos equipos antes de poder convertirse en agentes libres. Si éstos desean irse a jugar a las Grandes Ligas antes de cumplido este plazo tienen la opción de solicitarles a sus respectivos clubes que los pongan a la venta a través del Sistema de Traspasos.
 
   Si el club acepta la solicitud del jugador –puede negarse, si así lo desea–, procede entonces a comunicárselo a la oficina del comisionado de las Grandes Ligas para que ésta, a su vez, le dé a conocer a todos sus conjuntos la disponibilidad del pelotero en cuestión.
 
   Una vez hecha pública su disponibilidad, los clubes de las mayores tendrán 5 días para presentar ofertas anónimas para adquirir los derechos exclusivos de negociación con éste y la más alta de ellas será la ganadora.
 
   Una vez anunciado el equipo ganador, éste tendrá 30 días para llegar a un acuerdo contractual con el jugador. Si lo consigue, lo firmará de acuerdo a las condiciones negociadas entre ambos y luego le pagará a su club original el monto de dinero que ofreció para adquirir los derechos.
 
   Si, por el contrario, ambas partes no llegan a un acuerdo, el pelotero japonés deberá regresar a su conjunto original por al menos una temporada más antes de poder repetir el proceso y el club de las Grandes Ligas no tendrá que pagar ni un centavo del dinero prometido para negociar con él.
 
   Este sistema tiene, obviamente, varios defectos. El más importante de ellos es que ignora por completo los derechos de los jugadores japoneses, que no tienen ni voz ni voto en todo el proceso. No tienen la libertad de escoger al equipo con el que desean negociar ni tampoco de conversar con otro equipo en caso de que la oferta presentada por el primero no les guste.
 
   Otro problema crucial es que el club de las Grandes Ligas que no llegue a un acuerdo contractual con el jugador japonés no tiene que pagar el monto de dinero que ofreció para poder negociar con él.
 
   Esto abre la puerta a la posibilidad de que un club haga una oferta exorbitante para asegurarse los derechos de negociación y luego, a propósito, decida hacerle una mala oferta al pelotero para que éste la rechace. De esta manera, dicho club podrá impedir que el jugador sea firmado por cualquier conjunto rival sin tener que pagar nada a cambio.
 
   Luego de que Hisashi Iwakuma y Hiroyuki Nakajima no pudieran llegar a un acuerdo con sus postores y se vieran obligados a regresar a jugar una temporada más en Japón, la Asociación de Peloteros japoneses solicitó a la NPB que modificara las reglas del sistema para permitirles negociar con los tres mejores postores, pero esa solicitud fue rechazada de plano.
 
   Desde el punto de vista de los clubes de las Grandes Ligas, el mayor defecto de este proceso son las enormes cantidades de dinero que se ven obligados a pagar para poder adquirir los derechos de negociación con los jugadores, lo que les impide poder ofrecerles a éstos mejores salarios y, por lo tanto, dificulta las negociaciones contractuales.
 
   Considerando que los Medias Rojas de Boston y los Vigilantes de Texas pagaron más de 50 millones de dólares cada uno sólo para poder negociar con Daisuke Matsuzaka y Yu Darvish, respectivamente, y que dicho monto promete ser incluso más alto en el caso de Masahiro Tanaka, quien debería ser puesto a la venta este invierno, dicha queja tiene sentido.
 
   Sin embargo, ese problema podría resolverse fácilmente aceptando la propuesta de los peloteros japoneses de negociar con los tres mejores postores, ya que no sería necesario presentar la oferta más alta para poder negociar con ellos sino sólo una de las tres más altas.
 
   Lamentablemente, los clubes de las Grandes Ligas no lo ven así y, por el contrario, han propuesto hacerle cambios al sistema que sólo los benefician a ellos, como explicamos al principio.
 
   Por ejemplo, la alteración más significativa que éstos han propuesto es que el club que gane los derechos de negociación con el jugador, a pesar de tener que presentar la oferta más alta para obtenerlos, sólo deberá pagarle al equipo japonés el promedio entre las dos ofertas más altas una vez alcanzado el acuerdo contractual con el pelotero.
 
   Esto, por supuesto, le permitirá al club de la Gran Carpa ahorrar dinero, pero no beneficiará en lo absoluto ni al jugador japonés ni a su equipo. Es decir, en términos criollos, los clubes de las Grandes Ligas están buscando pagar y darse el vuelto.
 
   Otro cambio importante que está buscando introducirse es que se multe a los clubes de las mayores que no lleguen a un acuerdo contractual con el jugador. Esta es una gran idea, ya que limitaría la impunidad con la que se puede abusar del sistema actual, pero el problema es que la multa propuesta equivale sólo al 2,5 por ciento de la oferta presentada originalmente.
 
   Es decir, en el caso de Yu Darvish, por citar un ejemplo, Texas hubiese podido ofrecerle un mal contrato para que éste lo rechazase y así bloquear su entrada a las Grandes Ligas y todo eso le hubiese costado apenas 1,2 millones de dólares (2,5% de los 51 millones ofrecidos originalmente).
 
   Considerando que los clubes de las mayores están dispuestos a otorgar contratos de 10 años por 250 millones de dólares a jugadores que ya están en el declive de sus carreras, una multa de un millón de dólares por impedir que un equipo rival firme a un buen jugador parece un mal chiste.
 
   Por si eso no fuera suficiente, el dinero de la multa no se le otorgaría al jugador cuya entrada a las Grandes Ligas acaba de ser negada, o a su equipo, que se quedó sin los millones que se le prometieron, sino a la oficina del comisionado de las Grandes Ligas.
 
   Lo peor de todo este asunto no es el descaro con el que los clubes de las Grandes Ligas están negociando los cambios al sistema, sino que la NPB, que aún no ha electo a su nuevo comisionado y cuya misión es supuestamente defender los derechos de sus clubes y sus jugadores, ya le ha dado el visto bueno a los mismos.
 
   La Asociación de Peloteros japoneses ya le envió una carta a la NPB anunciando que rechaza por completo los cambios propuestos al sistema porque, obviamente, no benefician en lo absoluto ni a los jugadores japoneses ni a sus equipos, pero ésta insiste en que continuará hablando con ellos para tratar de convencerlos de que los acepten.
 
   Los clubes de las mayores han rechazado la idea de los jugadores nipones de permitirles negociar con los tres mejores postores porque temen que esto podría disparar sus salarios. Esto es probablemente cierto, pero al mismo tiempo esa regla les permitiría ahorrar mucho dinero en términos del costo de los derechos de negociación con los mismos, por lo que al final todos saldrían beneficiados.
 
   Afortunadamente, los cambios propuestos al sistema no pueden ser aprobados sin el consentimiento de la Asociación de Peloteros japoneses y ésta, al menos por esta vez, ha tomado la decisión correcta al rechazarlos.
 
   Existen rumores de que éstos podrían aceptar las alteraciones propuestas al sistema si la NPB reduce a cambio de 9 a 7 el número de años que sus jugadores deben servir antes de poder convertirse en agentes libres. Esto sería sin duda algo muy beneficioso para los peloteros nipones, pero parece muy difícil que la NPB acepte dicha propuesta.
 
   Por otra parte, las Águilas de Rakuten han dicho que esperarán a que las nuevas reglas del Sistema de Traspasos sean aprobadas antes de poner a la venta a su lanzador estrella Masahiro Tanaka. Sin embargo, tomando en cuenta lo difícil que parece ser llegar a un acuerdo común con la propuesta actual, es probable que eso no ocurra sino hasta el año que viene.
 
   Sólo nos queda esperar para saber qué ocurrirá con el Sistema de Traspasos, la Asociación de Peloteros japoneses, la NPB, las Grandes Ligas y Masahiro Tanaka.
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