Las excentricidades de Gourriel y la ausencia de Luna

   El cubano Yulieski Gourriel, quien sigue siendo noticia tanto dentro como fuera del terreno, y el dominicano Héctor Luna, quien no fue electo para asistir a la Serie de las Estrellas a pesar del ser el mejor en su posición, son los casos que nos gustaría analizar esta semana.
 
   Gourriel está teniendo, sin duda, un gran debut la NPB. Al momento de escribir esta nota acumula una racha de 5 juegos seguidos con al menos 2 hits, además de batear para .341, con 6 jonrones, 24 anotadas y 15 empujadas en 23 juegos.
 
   Su adaptación al estilo de juego de la liga ha sido excelente y su gran talento como jugador es tan evidente que su equipo, las Estrellas de DeNA, ya ha comenzado una campaña de apoyo para que sea considerado como candidato al premio del Novato del Año.
 
   Como consecuencia, el cotizado toletero está acumulando una gran cantidad de espacio en los medios deportivos japoneses, pero lamentablemente no siempre por las mejores razones. Detrás de su éxito sobre el terreno están saliendo a la luz pública una serie de excentricidades que, si bien su equipo está aceptando positivamente, podrían perjudicar su carrera en el futuro.
 
   La primera de ellas fue el hecho, admitido incluso ante los medios en una rueda de prensa, de que no le gusta la comida japonesa, razón por la cual su club se ha tomado la molestia de prepararle comida cubana 3 veces al día, tanto en casa como en la carretera, para que pueda alimentarse apropiadamente.
 
   Ahora se ha descubierto que tampoco le gusta volar, sobre todo cuando el clima no es el mejor. El pasado 7 de julio le solicitó al médico del conjunto que le declarara no apto para volar cuando el equipo tenía que trasladarse, a pesar de la cercanía de un potente tifón, a Okinawa para una serie de 2 juegos ante los Gigantes de Yomiuri.
 
   El equipo terminó viajando sin problemas, pero él se quedó en Yokohama descansando, lo que llevó al manager Kiyoshi Nakahata a declarar a los medios, con cierto aire de impotencia, que “la mejor manera de ver el asunto es considerar que está tomando un buen descanso”. El club trató de convencerlo de que viajara, pero al final no lo logró.
 
   No se trata de la primera vez que esto ocurre. Desde que llegó a Japón, el antesalista ha optado por viajar por tierra en 4 de las 5 ocasiones que el equipo ha tenido que tomar un avión y hasta ha llegado a advertir que sólo tomará un avión si el clima es bueno y no le queda otra alternativa.
 
   Lo más probable es que Gourriel no esté al tanto, pero lo que está haciendo con sus particulares preferencias de comida y transporte es romper la armonía del grupo, que es quizás el peor pecado que pueda cometer un pelotero en la NPB.
 
   El tesoro mejor protegido, no sólo del béisbol japonés sino también de la cultura japonesa en general, es la armonía del grupo, conocida en el idioma local como “wa”. Los japoneses son firmes creyentes en la disciplina como la base del éxito de cualquier compañía y también como la mejor forma de conservar la armonía del grupo, por lo que cualquier persona que se atreva a romperla, y por lo tanto a amenazar esa armonía, es duramente castigada. Como dice el popular dicho: “el clavo que sobresalga será vuelto a clavar”.
 
   Como mencionamos anteriormente, tanto la gerencia de DeNA como el manager del equipo han aceptado de manera positiva hasta ahora estas excentricidades del cotizado toletero, quizás por su gran rendimiento sobre el terreno o tal vez por su estatus de estrella, pero eso no quiere decir que seguirán haciéndolo de manera indefinida en el futuro.
 
   Si por cualquier razón sus buenos números empiezan a deteriorarse y su estatus de celebridad pasa a un segundo plano, el antesalista podría verse rápidamente en la delicada posición del extranjero sobre pagado al que el club utiliza como excusa para explicar todos sus fracasos, que en este momento no son pocos debido a su pobre rendimiento.
 
   Por lo tanto, es crucial que Gourriel haga un esfuerzo para empezar a adaptarse a la comida local y a superar su miedo a volar, porque de lo contrario su carrera en el béisbol japonés, que ha empezado de una manera tan prometedora, podría verse terminada mucho más temprano de lo que debería.
 
   Con respecto a Luna, no podemos dejar de lamentar el hecho de que su candidatura para asistir a la Serie de las Estrellas haya sido ignorada de una manera tan flagrante, a pesar de ser en este momento, con una ventaja considerable, el mejor antesalista de la Liga Central.
 
   El caribeño de los Dragones de Chunichi es, al momento de escribir estas líneas, líder en triples (4); segundo en promedio (.337), hits (106), anotadas (61) y bases alcanzadas (172); tercero en dobles (19), empujadas (57), porcentaje de embasado (.412) y porcentaje de slugging (.546); y séptimo en jonrones (13) de ese circuito.
 
   No obstante, no fue electo para participar en el evento, a pesar de merecerlo mucho más que Shota Dobayashi, de los Carpas de Hiroshima, y Shuichi Murata, de los Gigantes de Yomiuri, quienes fueron seleccionados para ocupar su posición en el conjunto de la Liga Central.
 
   Luna tuvo tres oportunidades para ganarse un boleto para la serie: la votación de los fanáticos, la votación de los jugadores y las selecciones de los respectivos managers. Lamentablemente, fue ignorado de manera descarada en todas ellas.
 
   Los fanáticos de Hiroshima, emocionados por la gran primera mitad de campaña que ha realizado su equipo, se volcaron a apoyar a todos sus jugadores durante la votación para el evento, razón por la cual Dobayashi ganó cómodamente su cupo con 188.478 votos, en comparación a los 113.290 recibidos por el dominicano, que terminó en el quinto lugar.
 
   Dobayashi apenas ha disputado 37 juegos en lo que va de campaña y batea para .241 de promedio, con 4 jonrones y 17 empujadas, cifras que no pueden ni compararse con los logros de Luna.
 
   Murata, por su parte, obtuvo su pase gracias a la confianza de los jugadores, quienes lo prefirieron sobre el dominicano en su votación privada. El primero recibió 290 votos, mientras que el segundo se quedó con 241.
 
   Murata lidera el circuito en porcentaje de fildeo con .977, pero sólo batea para .275, con 11 jonrones, 31 anotadas y 38 empujadas en casi la misma cantidad de juegos que ha disputado Luna. Si bien el fildeo del primero es superior, su ofensiva es claramente inferior a la del caribeño.
 
   El manager del equipo de la Liga Central, Tatsunori Hara, tuvo la oportunidad de agregar a un bateador tan poderoso y versátil como el dominicano a su roster al momento de nombrar a sus refuerzos para la serie, pero incluso él decidió ignorar el aporte de un toletero que sin duda alguna es el más completo de la liga en este momento.
 
   Luna fue incluso electo para participar en la serie del año pasado luego del explosivo debut que tuvo en la NPB durante la primera mitad de la campaña, pero lamentablemente no pudo asistir debido a una lesión.
 
   Su presencia este año no podría ser más merecida, pero por esas cosas del destino deberá esperar hasta la temporada que viene, como mínimo, para disputar por primera vez un juego de las estrellas en Japón.
 
   Por los momentos, su ausencia se hará sentir este fin de semana en el Seibu Dome de Tokorozawa y el Estadio Koshien de Nishinomiya, escenarios en los que tendrán lugar los dos juegos de la Serie de las Estrellas de este año.
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