Maeda se queda, pero Kaneko podría irse a MLB

   Cuando Masahiro Tanaka anunció el año pasado su decisión de irse a las Grandes Ligas muchos pensaron que el próximo lanzador japonés en seguir sus pasos sería el derecho de los Carpas de Hiroshima Kenta Maeda.
 
   El serpentinero de 26 años incluso dejó entrever que ese sería el caso, pero luego de la decepcionante temporada que tuvo este año no le queda más remedio que quedarse jugando en la NPB, al menos por una campaña más.
 
   No lo dijeron directamente, pero así lo insinuaron tanto el jugador como la gerencia del club el pasado 13 de octubre, apenas un día después de la eliminación de Hiroshima ante los Tigres de Hanshin en la primera fase del playoff de la Liga Central.
 
   Luego de obtener el premio Sawamura (el equivalente japonés al premio Cy Young) en 2010, liderar tres veces su circuito en efectividad (2010, 2012 y 2013) y destacarse como el mejor lanzador de la selección japonesa en el Clásico Mundial de Béisbol 2013, todo parecía listo para que el joven talento diera el salto a la Gran Carpa al finalizar esta temporada.
 
   Estaba claro que su disponibilidad en el mercado no iba a despertar el mismo interés que la de Tanaka o Yu Darvish, pero sí se esperaba que atrajera la atención de varios conjuntos de las mayores que estuviesen necesitados de reforzar sus rotaciones de abridores.
 
   Con siete campañas de experiencia sobre sus hombros, que fue el mismo número que disputaron tanto Tanaka como Darvish antes de irse a los Estados Unidos, sus registros no son tan sobresalientes como los de éstos, pero sí lo suficientemente buenos como para abrirle las puestas de las Grandes Ligas. Su récord en ese período es de 82-59, con 1.058 ponches y una efectividad de 2.44 en 1.303 entradas y un tercio.
 
   No obstante, su marca este año fue de 11-9, su más modesta desde 2011, y su efectividad quedó en 2.60, su más alta desde 2009. Adicionalmente, no respondió en varios momentos claves de la temporada, como en el primer juego del playoff ante Hanshin el pasado 11 de octubre, en el que cayó derrotado.
 
   Debido a la famosa cláusula de reserva que existe en los contratos de los jugadores japoneses, que los obliga a disputar al menos 9 campañas completas con sus clubes para poder ganarse el derecho a ser agentes libres, Maeda todavía necesita jugar 2 temporadas más con su equipo para poder obtener su libertad.
 
   Esto quiere decir que si desea irse a las Grandes Ligas antes de cumplido ese período la única forma que tiene de hacerlo es apelando al llamado Sistema de Traspasos, a través del cual un conjunto japonés puede ofrecer los servicios de uno de sus jugadores a los clubes de las mayores.
 
   Para que esto ocurra, el jugador debe solicitarle primero a su club que lo ponga a la venta y luego éste, si decide aceptar la solicitud, le notifica su disponibilidad a la oficina del comisionado de la NPB. Ésta, a su vez, envía la información a la oficina del comisionado de las Grandes Ligas, que luego se encarga de recibir las ofertas de los equipos interesados.
 
   No existe un reglamento escrito al respecto, pero sí un pacto de caballeros entre los equipos de la NPB y sus jugadores en el que se sobreentiende que sólo aquellos que han registrado actuaciones realmente excepcionales tienen el derecho de solicitar su traspaso a las mayores. Aquellos que no cumplan con este requisito pueden hacer la solicitud si así lo desean, pero lo más probable es que sus equipos se nieguen a aprobarla.
 
   Tanaka y Darvish, además de darles ambos un título a sus respectivos equipos, llegaron a un punto en el que su dominio sobre el resto de la liga era tan absoluto que sus clubes simplemente no pudieron negarles sus solicitudes de irse a la Gran Carpa.
 
   Maeda iba camino a llegar a ese punto, pero este año no pudo lograrlo. Es muy posible que logre alcanzarlo el año que viene, pero no pudo hacerlo esta temporada y por eso es que debe quedarse jugando en Japón.
 
   Sin embargo, esto no quiere decir que este año no vaya a haber un lanzador japonés de calidad que intente dar un salto a las Grandes Ligas, porque el talentoso derecho de los Búfalos de Orix Chihiro Kaneko está en el momento y el lugar correctos para asumir ese rol.
 
   El serpentinero de 30 años ha sido uno de los más dominantes de la Liga del Pacífico en el último quinquenio. El año pasado, por ejemplo, su marca fue de 15-8, con 10 juegos completos, 200 ponches y una efectividad de 2.01 en 223 entradas y un tercio, números que le hubiesen valido el premio Sawamura si no hubiese sido por la histórica temporada que tuvo Tanaka, quien terminó el año con récord de 24-0 y una efectividad de 1.27.
 
   En 2010, por citar otro ejemplo, lideró su circuito en victorias con 17, superando a Hisashi Iwakuma, Tanaka y Darvish, tres monticulistas que están activos en este momento en las Grandes Ligas.
 
   Este año, finalmente liberado de la dura competencia que enfrentó durante las últimas campañas, no dudó en erigirse como el mejor lanzador de la NPB. Lideró ambas ligas en victorias (16) y efectividad (1.98), además de lanzar 4 juegos completos, abanicar a 199 rivales y dejar su WHIP (hits y boletos permitidos por entradas lanzadas) en 1.04.
 
   Estos números le valdrán, con casi toda seguridad, el primer premio Sawamura de su carrera y quizás hasta el galardón al Jugador Más Valioso de la Liga del Pacífico, honores que lo colocarían en inmejorable posición para solicitarle a su equipo que lo ponga a la venta a los clubes de las mayores.
 
   El momento para dar el salto no podría ser el más apropiado. El derecho no logró darle el título a su equipo este año, pero sí lo llevó a su primer playoff en 6 temporadas. Adicionalmente, el año que viene se ganará el derecho a ser agente libre, por lo que si Orix decide venderlo este año podrá recibir algún tipo de compensación por perderlo, opción que perderá si decide esperar hasta ese momento.
 
   Además de ser más viejo, sus números de por vida no son tan buenos como los de Maeda, pero al igual que los de éste son lo suficientemente buenos como para despertar el interés de varios conjuntos norteamericanos.
 
   En las 9 campañas que ha visto acción en la NPB, su récord es de 90-48, con 34 juegos completos, 19 blanqueos, 1.149 ponches, un WHIP de 1.11 y una efectividad de 2.69 en 1.286 episodios y un tercio.
 
   Su velocidad tampoco se puede equiparar a la de Maeda (su recta apenas llega a las 90 millas), pero compensa su falta de poder con su gran control y un variado repertorio de lanzamientos que incluye 7 opciones: recta, recta de 2 costuras, cutter (recta con movimiento), cambio de velocidad, curva, bola de tenedor y slider.
 
   Si éste presenta su solicitud y Orix la acepta, su disponibilidad en el mercado invernal no va a despertar tanto interés como lo haría la de Maeda, pero ahí es donde precisamente se encuentra su principal valor. Se trata de un lanzador que se puede obtener por un precio muy bajo y al que no le importaría firmar un contrato corto por un salario modesto.
 
   Iwakuma, a quien mencionamos anteriormente, comenzó su carrera en las mayores firmando un contrato de un millón y medio de dólares por apenas un año y ahora no sólo ha cuadruplicado su salario, sino que también se ha convertido en uno de los mejores abridores de los Marineros de Seattle.
 
   Curiosamente, Kanenko nunca ha manifestado estar interesado en irse a jugar a las Grandes Ligas, pero es muy probable que, como profesional que es, tenga el deseo de probarse en la mejor liga del mundo.
 
   No cabe duda de que posee el talento suficiente como para jugar al máximo nivel, ni tampoco de que las condiciones para que dé el salto son ahora las más apropiadas. De manera que si así lo desea, el momento de hacer pública su aspiración de irse a las mayores ha llegado.
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