Vie, 19 Abr 2024 22:19 PM

¿Debería Shohei Otani ser el Jugador Más Valioso?

   Un interesante debate acerca de la candidatura del súper novato Shohei Otani al premio al Jugador Más Valioso de la Liga del Pacífico ha estado ganando intensidad en las últimas semanas entre los periodistas deportivos japoneses.
 
   Los que lo apoyan, argumentan que su buen rendimiento como lanzador y jugador de posición lo coloca por encima del resto, mientras que sus detractores afirman que sus números no son lo suficientemente buenos como para justificar su elección.
 
   El derecho de 20 años se convirtió esta campaña en el primer pelotero profesional en sumar 10 victorias como lanzador y 10 jonrones como bateador en una misma temporada desde que Babe Ruth lo hiciese en 1918, hazaña que, por sí sola, lo coloca en una posición única.
 
   El problema es que si se separan sus números y se evalúan individualmente éstos no lucen tan atractivos como para ameritarle el prestigioso galardón.
 
   Echémosle un vistazo a su actuación de esta campaña para tener una mejor idea de la situación. Como lanzador, realizó 24 aperturas y dejó récord de 11-4, con 179 ponches y una efectividad de 2.61 en 155 entradas y un tercio.
 
   Su efectividad de 2.61 fue la tercera mejor de la Liga del Pacífico, sus 179 ponches lo dejaron también como el tercer mejor de esa categoría en el circuito y sus 11 victorias representaron el quinto total más alto de la liga.
 
   Adicionalmente, igualó el récord del lanzamiento más rápido jamás registrado en un partido de la temporada regular de la NPB (100,6 millas por hora) y abrió y ganó tanto un juego de las estrellas como un juego de postemporada.
 
   Estos números, por sí solos, ya son bastante buenos. Quizás no justifiquen su elección como el Jugador Más Valioso del circuito, pero sin duda confirman su gran talento.
 
   El problema es que su actuación no termina ahí, sino que también realizó un aporte ofensivo importante al registrar un promedio de .274, con 10 jonrones, 17 dobles, 31 empujadas y 32 anotadas en 87 partidos, en los que jugó primordialmente como bateador designado.
 
   Estas cifras no son espectaculares, pero lo colocan por encima de muchos otros bateadores, tanto dentro de su equipo como en el resto de la liga, que fueron titulares en sus respectivas posiciones durante todo el año y a pesar de ello no pudieron superarlo.
 
   Ahora, cuando ambos perfiles se combinan nos encontramos entonces con un jugador de características únicas cuyo aporte a su equipo es sin duda muy valioso y este es precisamente el punto que más alimenta el debate de los periodistas deportivos nipones.
 
   ¿Es válido tomar en cuenta su actuación como lanzador y bateador para determinar su elegibilidad al premio del Jugador Más Valioso? ¿No sería eso injusto para el resto de los candidatos que no tuvieron la oportunidad de hacer lo mismo? ¿No sería injusto para Otani que sus dos roles sean evaluados sólo de manera individual?
 
   El hecho de que su actuación más destacada haya sido desde la lomita sin duda le ganará muchos votos a su candidatura. No olvidemos que, después de todo, 6 de los últimos 7 ganadores del premio al Jugador Más Valioso en la Liga del Pacífico han sido lanzadores.
 
   Sin embargo, en ese departamento deberá enfrentarse a quien quizás sea el candidato más fuerte a llevarse los honores, el derecho de los Búfalos de Orix Chihiro Kaneko, quien lideró este año la NPB en victorias (16) y efectividad (1.98) y además quedó tercero en ponches (199).
 
   Kaneko, con casi toda seguridad, se llevará el premio Sawamura al mejor lanzador de la temporada y es probable que esto convenza a los cronistas deportivos locales a elegirlo también como el Jugador Más Valioso, cosa que ocurre con cierta frecuencia.
 
   Ejemplos recientes de ello los constituyen Masahiro Tanaka en 2013, Hisashi Iwakuma en 2008 y Yu Darvish en 2007. Los tres ganaron ambos premios en esos años.
 
   Si se comparan los números de Kaneko y Otani sólo en lo que se refiere a sus rendimientos desde el montículo, sin duda Kaneko tuvo un mejor año, pero si se toma en cuenta también el importante aporte ofensivo de Otani, entonces la balanza parece inclinarse a favor de éste.
 
   Tradicionalmente, el galardón va a parar casi siempre a las manos del jugador más destacado del equipo campeón de liga, pero para la fortuna de Otani este año los Halcones de SoftBank, que terminaron alzándose con el título, no contaron con un pelotero cuya actuación se haya destacado por encima del resto de sus compañeros.
 
   En la parte ofensiva, cuatro bateadores sumaron alrededor de 18 jonrones, con 60 o 70 carreras empujadas y un promedio de .300, mientras que desde la lomita 3 lanzadores registraron alrededor de 10 victorias, con una efectividad de más o menos 3.80 y un número similar de ponches y entradas lanzadas.
 
   Es muy posible que, debido a lo acostumbrados que están a hacerlo, los periodistas japoneses terminen otorgándole el galardón a un jugador de SoftBank. En ese caso, el veterano relevista Ryota Igarashi podría ser el elegido, debido a que sumó 44 holds en 63 apariciones y dejó su efectividad en 1.52.
 
   No obstante, las actuaciones de Kaneko y Otani también reúnen muchos méritos. El primero, por ser el líder de un equipo de Orix que estuvo a punto de ganar el título de liga y terminó quedando en segundo lugar en la tabla, y el segundo, por ser el jugador más atractivo de un conjunto que regresó a la postemporada este año después de quedar en el último lugar de la tabla en 2013.
 
   Si los cronistas nipones deciden hacer una excepción este año y elegir a un jugador que no defendió los colores del equipo campeón de liga, entonces Kaneko parece ser el candidato ideal, pero repetimos, la candidatura de Otani es demasiado atractiva como para ser ignorada.
 
   Si al final Otani termina llevándose el premio, no sería la primera vez que un jugador tan joven recibiese el galardón. Yu Darvish lo obtuvo en 2 ocasiones, la primera a los 21 años y la segunda a los 23, e Ichiro Suzuki lo recibió 3 veces, a los 21, 22 y 23 años.
 
   Precisamente por ser tan joven y por haber rendido de una manera tan extraordinaria en dos roles distintos es que la candidatura de Otani ha ganado tanto valor. Se trata de un jugador único en la historia reciente del béisbol japonés y eso representa la excusa perfecta para romper la tradición y honrarlo con el prestigioso galardón.
 
   De manera que, al final, todo se resume a la opinión subjetiva de todos y cada uno de los cronistas nipones que están capacitados para votar en la elección del premio. ¿Quién fue el jugador más valioso de la temporada regular 2014 en la Liga del Pacífico, Otani, Kaneko o Igarashi?
 
   ¿Qué opina usted? Si tuviese la oportunidad de votar, ¿a cuál de estos 3 peloteros elegiría? ¿Le parece que Otani reúne los méritos suficientes como para llevarse el premio?
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