Aunque hace rato que se hizo evidente que el primer bate de los Leones de Seibu Shogo Akiyama está teniendo un año para el recuerdo, la posibilidad de que rompa el récord de más hits para una temporada de la NPB se hace cada vez más grande.
Al momento de escribir estas líneas, el jardinero de 27 años lidera ambas ligas con 121 imparables en 73 partidos, lo que le otorga una proyección de nada menos que 237 hits para el final de la campaña.
El actual récord de la NPB está en manos del norteamericano Matt Murton, quien en su debut con los Tigres de Hanshin en 2010 sumó 214 indiscutibles en 144 juegos.
La temporada regular consta ahora de sólo 143 juegos, pero al ritmo que va Akiyama está cómodamente encaminado a hacer historia. La gran pregunta del momento es, ¿podrá mantener ese ritmo hasta el final del calendario?
Varios jugadores, tanto japoneses como extranjeros, han completado temporadas realmente impresionantes en los últimos 15 años en términos de hits conectados, pero salvo en el caso de Murton ninguno de ellos tuvo la posibilidad real de romper la marca de la categoría.
Debido a que el calendario de la NPB constó por muchos años de sólo 130 juegos, superar la barrera de los 200 imparables en una temporada fue literalmente imposible hasta que en 1994 un novato de 20 años llamado Ichiro Suzuki hizo historia al registrar 210.
Tal fue el impacto que el joven bateador causó en ese momento que muchos pensaron que su marca nunca sería superada.
De hecho, no fue sino hasta 2005, cuando el calendario ascendió temporalmente a 146 juegos, que otro jugador, el jardinero de las Golondrinas de Yakult Norichika Aoki, logró finalmente superar de nuevo la barrera de los 200 hits al terminar el año con 202 en su cuenta personal.
Incluso ahora, 15 años después de que se hizo común disputar 140 o más encuentros por campaña, la marca de 200 indiscutibles en un mismo año sólo ha sido superada en 5 ocasiones y 3 de ellas ocurrieron en una misma temporada (2010).
Luego de Aoki en 2005, el venezolano Alex Ramírez conectó 204 hits en 2007 para sentar las bases de la histórica campaña de 2010, en la que Murton (214), Aoki (209) y Tsuyoshi Nishioka (206) superaron todos esa cifra.
Desde entonces, sólo Yuya Hasegawa de los Halcones de SoftBank ha estado cerca de repetir la hazaña al sumar 198 indiscutibles en 2013, por lo que sigue siendo una meta muy difícil de alcanzar, ya sea en 130 o 143 juegos.
No obstante, varias señales ya comienzan a indicar que la candidatura de Akiyama a romper el récord de Murton es de peso.
Primero, está la gran ventaja con la que éste supera a su más inmediato seguidor, el jardinero de SoftBank Yuki Yanagita, en el departamento de hits: 19 (121 a 102).
Yanagita, quien acaba de retomar el liderato de bateo de la Liga del Pacífico con un promedio de .382, está completando también una campaña para el recuerdo al comandar el circuito en anotadas (59) y ser quinto en jonrones (16) y séptimo en empujadas (48), pero aun así está muy lejos de la marca del primero.
En su mejor momento, llegó a colocarse a 9 hits de Akiyama, pero éste pisó luego el acelerador y lo dejó seriamente relegado en la carrera.
Luego está un dato muy importante que se concretó hace un par de días. Akiyama se convirtió este mes en apenas el segundo bateador en la historia de la NPB en sumar 40 o más imparables en meses consecutivos, luego de haber superado también esa barrera en mayo.
El único otro jugador que ha podido lograr esa hazaña en la liga es el legendario Ichiro Suzuki, quien registró la marca también en los meses de mayo y junio en su histórica campaña de 1994.
Por si eso fuera poco, Akiyama llegó a los 100 hits este año en su partido número 63, lo que lo convierte en el tercer toletero en la historia de la NPB en llegar más rápido a esa marca después de Ichiro Suzuki (60 juegos en 1994) y Yoshinori Hirose (61 en 1964).
Akiyama ya se alzó con el premio al Jugador Más Valioso del mes de la Liga del Pacífico en marzo-abril, luego de liderar el circuito en promedio (.374), anotadas (18), hits (40) y bases alcanzadas (54), además de quedar segundo en porcentaje de embasado (.417).
Al paso que va, lo más probable es que se lleve también ese premio en junio, ya que con 2 partidos todavía por disputar este mes comanda la Liga del Pacífico de nuevo en promedio (.446) y hits (41), además de sumar un jonrón y 9 empujadas.
Otro factor que contribuye a su candidatura al récord es el hecho de que su club, Seibu, está metido de nuevo en la carrera por clasificar a la postemporada luego de haber completado una campaña para el olvido el año pasado, cuando terminó quinto en la tabla de posiciones del circuito por primera vez en 7 años.
El hecho de que cada uno de sus hits y sus carreras anotadas están ayudando a su equipo a ganarse un puesto en los playoffs sin duda debe estar motivándolo mucho a mantener el impresionante ritmo que ha mostrado hasta ahora.
También debe tomarse en cuenta la increíble proyección que posee en este momento. Parece difícil que logre mantener el desenfrenado ritmo que ha mostrado hasta ahora y termine alcanzando los 237 imparables a los que está encaminado, pero al mismo tiempo, incluso si su producción empieza a descender, todavía tiene mucho chance de superar los 214 hits de Murton.
Algo más que podría agregarse a la discusión es el hecho de que Akiyama es japonés, por lo que llegado el momento, si de verdad tiene chance de romper el récord de Murton, que es extranjero, puede que reciba algo de ayuda de parte de los lanzadores rivales para superar la marca, como ya se ha visto en ocasiones anteriores.
Para ser justos, cuando Murton superó el récord de Ichiro Suzuki en 2010 ningún lanzador rival se negó a hacerle buenos lanzamientos para tratar de evitar que lo rompiese, por lo que es muy probable que en este caso ninguno de ellos se proponga como objetivo ayudar a Akiyama a imponer una nueva marca. No obstante, es una posibilidad que debe considerarse.
Es cierto que todavía falta mucho camino por recorrer en la campaña, pero también lo es que ya superamos la mitad del calendario y que lo que está por delante es menos de lo que hemos transcurrido hasta ahora.
Una lesión, el intenso calor del verano japonés, la pérdida de terreno de su equipo en la carrera por clasificar a la postemporada o un simple bajón de forma son algunos de los factores que podrían afectarlo en su intento por hacer historia.
Sin embargo, de poder mantener el gran ritmo que ha mostrado hasta ahora es muy posible que a finales de año presenciemos el establecimiento de un nuevo récord para la liga.
De cualquier forma, si de algo no queda duda es que esta ya es, por una buena ventaja, la mejor temporada en la corta carrera de Shogo Akiyama, quien en 131 partidos el año pasado sólo pudo sumar 123 imparables y en este, en apenas 73 juegos, ya acumula 121.