Hacer un pronóstico para la Liga Central de la NPB suele ser lo más aburrido del mundo. Los Gigantes de Yomiuri son casi siempre los máximos favoritos al título y las opciones para los otros dos clasificados a la postemporada son a menudo las mismas.
No obstante, este año estamos de suerte. Por primera vez en varias campañas los Gigantes de Yomiuri NO SON los claros favoritos a ganar la liga sino que las opciones, de hecho, están bien abiertas: hasta tres candidatos podrían coronarse campeones.
Desde nuestro punto de vista, los Carpas de Hiroshima y los Tigres de Hanshin tienen igual número de posibilidades de llevarse el título, pero como sólo uno de ellos puede ocupar la primera posición de la tabla apostaremos por el primero.
Luego de haber clasificado a la postemporada por primera vez en su historia en 2013, Hiroshima registró una excelente campaña el año pasado, en la que se dio el lujo de liderar la tabla durante la mayor parte del calendario.
Lamentablemente para sus fanáticos, todo su esfuerzo se perdió en la recta final de la campaña. Primero, cuando cedió el liderato a Yomiuri, y luego, cuando regaló el segundo puesto a Hanshin en el último día de la temporada.
Esa derrota significó jugar todo el playoff como visitante y en parte por eso el club quedó rápidamente eliminado a pesar de su buen juego.
Sin embargo, las cosas prometen mejorar, y mucho, este año. El conjunto no sólo mantiene un sólido cuerpo de lanzadores y una fructífera ofensiva, sino que además se ha reforzado muy bien durante el invierno.
La llegada del ex grandeliga Hiroki Kuroda, quien tuvo un debut impresionante en la pretemporada este fin de semana, promete marcar la diferencia, no sólo por lo que pueda aportar sobre el montículo sino especialmente por lo mucho que pueda motivar su presencia en el banquillo al resto de sus compañeros de equipo, sobre todo a los más jóvenes.
Luego está la llegada del lanzador norteamericano Kris Johnson y del jardinero venezolano Jesús Guzmán, quienes han lucido muy bien en los entrenamientos primaverales hasta ahora.
Si a ellos sumamos los importados que ya rindieron muy bien el año pasado, como el norteamericano Brad Eldred, líder de jonrones de toda la NPB con 37, y el dominicano Rainel Rosario, quien bateó para .336 en 69 partidos, entonces podemos concluir que su candidatura al título de liga es más que sólida.
Su única debilidad parece ser su nuevo manager, Koichi Ogata, quien apenas disputará su primera campaña al frente del equipo. No obstante, luego de ser la mano derecha del manager anterior por varios años y estar más que acostumbrado al ritmo de trabajo del club parece poco probable que tenga problemas adaptándose a su nuevo rol.
En el segundo puesto de la clasificación colocamos a Hanshin, que como ya mencionamos podría fácilmente coronarse campeón a finales de año.
Su equipo sigue siendo básicamente el mismo que llegó a la Serie de Japón el año pasado tras eliminar de manera contundente a Yomiuri en la segunda fase del playoff, por lo que su rendimiento en esta ocasión debería ser muy similar al de entonces.
El dominicano Mauro Gómez, quien lideró la NPB en 2014 con 109 carreras empujadas y fue el cuarto bate titular del equipo desde el primer día del calendario, promete ser de nuevo la pieza clave del club. Si su rendimiento se mantiene igual al del año pasado, entonces no hay duda de que el club peleará por el campeonato del circuito.
Los norteamericanos Matt Murton, líder bate de la Liga Central en 2014, y Randy Messenger, líder del circuito en triunfos, ponches y entradas lanzadas, también serán indispensables para el bienestar del conjunto, que además cuenta con un sólido grupo de jugadores locales entre los que se encuentran los ex grandeligas Kosuke Fukudome y Tsuyoshi Nishioka.
Quizás la única debilidad del equipo sea su rotación de abridores, que a pesar de ser buena no cuenta con la misma profundidad que la que posee Hiroshima. El veterano Atsushi Nomi, el zurdo Minoru Iwata y el joven Shintaro Fujinami tienen mucho talento pero sus actuaciones no son siempre consistentes. No obstante, el grupo cuenta con las herramientas necesarias para llevar al conjunto a la postemporada.
El tercer lugar de la tabla se lo adjudicamos a Yomiuri porque se trata de un equipo tan ganador que simplemente esperamos que encuentre alguna forma de clasificar a los playoffs. De lo contrario, lo colocaríamos en el cuarto o incluso el quinto peldaño.
A pesar de haberse coronado campeón de liga en 2014, el popular conjunto de Tokio está en claro declive y realmente parece imposible que este año puede revalidar su título.
Su ofensiva prácticamente tocó fondo el año pasado. Sus dos mejores bateadores, Hisayoshi Chono y Hayato Sakamoto, registraron promedios de .297 y .279, respectivamente. El resto de los titulares no pasó de .256. El venezolano José Celestino López lideró al club con apenas 22 jonrones y el antesalista Shuichi Murata fue el máximo remolcador con sólo 68 carreras producidas.
López fue dejado en libertad a finales de año y por si eso fuera poco el receptor Shinnosuke Abe, el jugador mejor pagado de la NPB en la actualidad y el hombre fuerte de la alineación durante los últimos años, se vio obligado a convertirse en inicialista porque las lesiones ya no le permiten cubrir su antigua posición.
Como el conjunto no hizo ninguna contratación significativa en términos ofensivos durante el invierno, su única esperanza para producir sobre el plato es que el cubano Frederich Cepeda tenga una temporada explosiva, pero como ya explicamos en una columna anterior eso parece poco probable.
Su cuerpo de lanzadores, que tampoco tuvo el mejor de los años en 2014, se mantiene estable y parece haberse reforzado bien con la llegada de los norteamericanos Aaron Poreda y Miles Mikolas. No obstante, si no recibe el apoyo de la ofensiva no podrá llegar muy lejos.
Las Estrellas de DeNA representan nuestra opción para la cuarta posición de la tabla. La llegada del venezolano José Celestino López, quien además ha lucido muy bien hasta ahora en la pretemporada, le otorga mucha profundidad a su ofensiva, que además cuenta con el aporte del cotizado cubano Yulieski Gourriel y de un toletero que está llamado a ser la gran estrella de la NPB en el futuro, Yoshitomo Tsutsugo.
Su cuerpo de lanzadores no es el mejor, pero cuenta con buenos abridores como Yasutomo Kubo, Shoichi Ino, Shun Yamaguchi y el venezolano Guillermo Moscoso, quien impuso el año pasado un nuevo récord de victorias (9) para un importado debutante en el club.
Si a ellos sumamos la llegada del cubano Yoslán Herrera, quien también ha lucido bien en la pretemporada hasta ahora, el conjunto de Yokohama parece contar con todas las herramientas necesarias para ascender a la cuarta posición que perdió el año pasado en el último día del calendario.
Luego de terminar en el foso de la clasificación las últimas dos temporadas las Golondrinas de Yakult parecen estar listas para comenzar su proceso de recuperación y al menos no terminar en esa posición otra vez este año, por lo que les otorgamos el quinto puesto de la clasificación.
El jardinero norteamericano Lastings Milledge, que se perdió casi toda la campaña pasada por lesión, está de vuelta y ha mostrado una excelente forma hasta ahora en la pretemporada. Lo mismo ocurre con el curazoleño Wladimir Balentien, quien a pesar de haber visto acción durante una buena parte del año se vio interrumpido por lesiones y problemas personales.
Si ambos regresan a sus mejores versiones, la ofensiva del equipo promete ser temible ya que varios de los jugadores japoneses que la conforman vienen en ascenso y cada vez registran números más impresionantes.
Su punto débil sigue siendo su cuerpo de lanzadores, que continúa siendo limitado por las lesiones. Sin embargo, si se mantiene sano y en buena forma podría arrojar muy buenos resultados este año.
Por último, los Dragones de Chunichi parecen no tener otra opción que terminar en el último lugar de la tabla esta temporada.
Tres de sus veteranos, que distan mucho de estar en su mejor forma, están persiguiendo récords de longevidad en distintas categorías y eso les quitará tiempo de juego a jugadores más jóvenes que no podrán aportar mucho al club si no reciben más oportunidades de ver acción.
Su ofensiva está reducida casi exclusivamente a lo que puedan hacer los dominicanos Héctor Luna, Anderson Hernández y Ricardo Nanita, ya que los demás miembros de la alineación titular, con alguna que otra excepción, están tan viejos que parece difícil que puedan aportar números importantes este año.
Por si esto fuera poco, el cuerpo de lanzadores está en la misma situación. Su mejor abridor es un veterano, Daisuke Yamai, que ya no está en su mejor forma y de los únicos dos refuerzos que contrató durante el invierno, el dominicano Amaury Rivas y el cubano Raúl Valdés, sólo uno (el segundo) ha rendido bien hasta ahora en la pretemporada.
Sin duda es posible que la vasta experiencia de los miembros de la alineación logre mantener el equipo a flote, pero parece difícil que lo pueda llevar muy lejos. Es por esto que pensamos que lo más probable de todo es que termine el año en el foso de la clasificación.