Jue, 25 Abr 2024 01:52 AM

La Serie de Japón cambia de sede por 2da vez en fila

 

Yakult jugará sus partidos como local en el Tokyo Dome, en lugar de su propio estadio

 

   La NPB nunca ha sido particularmente buena a la hora de planificar su calendario, pero no por eso deja de sorprendernos el hecho de que por segundo año consecutivo al menos uno de los dos equipos que participan en la Serie de Japón tendrá que disputar sus partidos como local en un estadio ajeno.

 

   Después de que Orix y Yakult se repartieran una victoria por bando en los dos primeros juegos de la final de este año, que se disputaron este fin de semana en el Kyocera Dome de Osaka, sede de Orix, la acción se mueve ahora a Tokio, donde se celebrarán los siguientes 3 encuentros.

 

   El problema es que los mismos no tendrán lugar en el Estadio Meiji Jingu, sede de Yakult, sino en el Tokyo Dome, sede de los Gigantes de Yomiuri, debido a que el primero ya está reservado para jugar un torneo distinto que, al parecer, es más importante que el Clásico de Otoño del béisbol japonés.

 

   Como Yakult terminó en el último lugar de la clasificación de la Liga Central tanto en 2019 como en 2020, muy pocos pensaban que lograrían avanzar a la postemporada en esa ocasión, ni mucho menos a la Serie de Japón, por lo que su gerencia no se molestó en reservar su estadio para esa cita.

 

   El año pasado, los Gigantes de Yomiuri tuvieron un problema incluso más grave, ya que debido a la pandemia la campaña regular comenzó a mediados de junio y la gran final se disputó la última semana de noviembre, que es algo que nunca había ocurrido hasta ese momento.

 

   Como consecuencia, el Tokyo Dome ya estaba reservado para otro torneo, al igual que el Estadio Meiji Jingu, por lo que el popular conjunto capitalino tuvo que disputar los dos primeros juegos de la final en el Kyocera Dome de Osaka, una ciudad que posee una gran rivalidad con Tokio.

 

Si la serie se extiende a 6 juegos, Orix jugará como local en el Hotto Motto Field de Kobe

 

   Pero los problemas no terminan ahí. Orix logró jugar los dos primeros partidos de la Serie de Japón 2021 en su estadio regular, pero si la misma se extiende a 7 juegos, entonces los encuentros 6 y 7 tendrán que celebrarse en otro estadio porque el Kyocera Dome ya está reservado para otro torneo.

 

   Afortunadamente para Orix, el otro parque será el Hotto Motto Field de Kobe, un terreno que es muy bien conocido por el conjunto porque lo utiliza como su segunda sede durante la campaña regular. El único problema es que se trata de un estadio abierto y el frío de mediados de otoño podría afectar su juego.

 

   La liga tiene parte de la culpa en esto, porque esa entidad fue la que decidió a mediados de campaña retrasar por una semana la celebración de la final por temor a no poder culminar a tiempo el calendario regular y esa demora fue la que causó el problema que tenemos actualmente.

 

   Sin embargo, ambos equipos han podido ayudarse a sí mismos al asegurar la disponibilidad de sus estadios para una posible final, sin importar que los dos terminaron últimos en la clasificación en 2020 y no tenían esperanzas de llegar a la Serie de Japón este año.

 

   Algo similar le ocurrió a los Halcones de Daiei (hoy Halcones de SoftBank) en la final del año 2000, en la que una conferencia de la Sociedad Neurológica de Japón ocupó por dos días el Fukuoka Dome y obligó a alterar las fechas de los juegos 3, 4 y 5.

 

   Como el evento se había planificado con años de antelación y contaba con la asistencia de más de 20 mil invitados, su fecha no pudo ser cambiada y terminó celebrándose en los días en los que se iban a disputar los juegos 3 y 4.

 

Los juegos 2 y 3 de la final del 2000 se disputaron en días consecutivos

 

   Como consecuencia, el juego 3 se celebró un día después del juego 2, a pesar del cansancio del viaje de Tokio a Fukuoka entre ambas fechas, y el juego 4 se disputó 3 días después del juego 3, debido a que el estadio estaba siendo utilizado para la conferencia.

 

   Si tomamos en cuenta que la NPB todavía planifica sus calendarios a mano -en lugar de hacerlo con una computadora, como la MLB lo ha estado haciendo por décadas-, este tipo de contratiempos no deberían sorprendernos en lo absoluto.

 

   Después de todo, resulta evidente que cerrar la temporada regular en una fecha fija no es una prioridad para el circuito nipón, como tampoco lo es disputar todos los partidos del calendario antes de comenzar a jugar los playoffs.

 

   No obstante, ya va siendo hora de que la NPB asuma con seriedad el reto de organizar mejor su calendario y le confíe su planificación a un avanzado programa computarizado, en lugar de dejarlo en manos de un par de pasantes que se toman más tiempo del necesario en finalizarlo.

 

   Para ser justos, ninguno de los clubes japoneses es dueño de su propio estadio, por lo que las ciudades que los administran los alquilan para todo tipo de eventos y torneos, de manera de sacarles el mejor provecho posible.

 

   Esa es la razón por la que los Tigres de Hanshin son expulsados cada año de su propio estadio a finales de marzo y principios de agosto para darle paso al famoso Torneo Koshien, que secuestra las instalaciones del mismo por un total de 4 semanas entre esos dos períodos.

 

Yakult no puede entrenar en su propio estadio durante la temporada regular

 

   Algo peor le ocurre a Yakult, que durante la campaña regular nunca puede entrenar en su propio estadio debido a que el mismo es utilizado en las tardes para disputar partidos de una liga universitaria. Los jugadores sólo tienen acceso al mismo a partir de las 5 de la tarde, apenas una hora antes de que inicie el partido, por lo que tienen que entrenar en una instalación adyacente.

 

   En comparación, los estadios de las Grandes Ligas están reservados casi exclusivamente para sus respectivos equipos, a pesar de que éstos no son siempre los dueños de los mismos. Las pocas veces que se alquilan para otros eventos, por lo general se hace en fechas que no interrumpen el calendario del conjunto en cuestión.

 

   Hay que tomar en cuenta, por supuesto, la manera tan distinta en la que se hacen negocios en Japón y Norteamérica. Mientras que en las mayores se pueden planificar y ejecutar las cosas de un día para otro o según lo exijan las circunstancias, en Japón todo debe planificarse con meses y años de antelación, por lo que la improvisación es casi inexistente.

 

   La pandemia y la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio este año interrumpieron de una manera considerable el calendario de juego del circuito nipón, que se paró incluso por 4 semanas para darle paso a la prestigiosa cita del deporte universal, pero eso ya no ocurrirá en 2022.

 

   El coronavirus parece estar bajo control, mientras que los Juegos Olímpicos ya pasaron, por lo que todo debería volver a la normalidad el año que viene, con la temporada regular comenzando a finales de marzo y la Serie de Japón disputándose a finales de octubre.

 

   Una nueva ola de la pandemia podría obligar a jugar algunos partidos a puerta cerrada o incluso suspender varios de ellos si el virus afecta a varios jugadores de un mismo equipo, pero salvo eso el resto de la campaña debería poder desarrollarse sin interrupciones.

 

El calendario 2022 de la NPB no va a ser perfecto, pero sí promete mejorar con respecto a este año

 

   Parece poco probable que la NPB decida, en un ataque de cordura, comenzar a realizar su calendario con un programa computarizado, o que mejore su eficiencia de la noche a la mañana, pero en términos generales la situación debería mejorar bastante en 2022.

 

   Como ya lo mencionamos en una columna anterior, sólo falta que el gobierno local elimine las restricciones de capacidad en los estadios y permita a los familiares directos de los jugadores extranjeros que ingresen al país, de manera que éstos decidan quedarse con sus equipos durante todo el año.

 

   También hace falta que la liga, por su parte, permita otra vez que se jueguen extra innings, de manera de reducir el número de empates en la temporada regular, que este año establecieron un nuevo récord en el circuito al exceder los 100 por primera vez.

 

   No existe garantía de que el problema que estamos viendo en esa ocasión en la Serie de Japón no se repetirá el año que viene, pero al menos todo parece indicar que las posibilidades de que eso ocurra son muy bajas.

 

   Crucemos los dedos para que eso no ocurra y para que la NPB siga mejorando como liga en el futuro. Después de todo, mientras más circuitos de calidad existan, mejor.