Jue, 25 Abr 2024 12:50 PM

Altibajos latinos del inicio de la temporada

 

   Es un hecho que varios jugadores latinos han estado entre los principales protagonistas del inicio de la temporada 2015 de la NPB, pero también lo es que aquellos de los que más se esperaba han tenido un comienzo bastante flojo.

 

   Al momento de escribir estas líneas, el mexicano Luis Cruz lidera en solitario el departamento de carreras empujadas de toda la NPB con 19, mientras que el venezolano José Celestino López es colíder de jonrones con 6.

 

   El cubano Raúl Valdés lidera la Liga Central en ponches con 30 y el dominicano Héctor Luna posee el segundo mejor promedio del circuito con .348, pero quizás el arranque más contundente de todos sea el del venezolano Francisco Caraballo, quien tras debutar el 9 de abril batea para .355 con 2 jonrones y 10 empujadas en apenas 9 partidos.

 

   Cruz está en su segundo año en la liga y tras liderar a los Marinos de Lotte en remolques el año pasado con 61 todo parecía indicar que en esta ocasión podría superar aquella actuación. Su proceso de adaptación a la liga fue duro y difícil, algo que se vio reflejado en su bajo promedio de .238, pero una vez que le tomó el pulso al circuito se convirtió en una figura determinante hacia finales de año.

 

   A la fecha de hoy, batea para .294 y acaba de completar una semana en la que cosechó 10 remolques en 6 encuentros, además de ser titular con su equipo desde el día inaugural, por lo que las bases están sentadas para que tenga una temporada muy exitosa este año.

 

   López, por su parte, ha tenido un explosivo comienzo de campaña que casi representa una copia exacta del que registró el año pasado. Para el 19 de abril de 2014, el inicialista criollo bateaba para .278, con 6 jonrones y 17 empujadas. Para el 19 de abril de este año, batea para .288, con 6 cuadrangulares y 13 remolques.

 

   Sus 22 jonrones (lideró a los Gigantes de Yomiuri con esa cifra) y 57 empujadas de 2014 sólo se vieron opacados por su bajo promedio de .243, por lo que su objetivo en esta ocasión es mantener las dos primeras cifras y mejorar bastante la última. Todo marchaba muy bien para el 12 de abril, momento en el que su promedio estaba en .361, pero luego de pasar 4 juegos en fila sin conectar hits esa cifra cayó al .288 que posee hoy.

 

   Debido a su amplia experiencia en la liga (esta es su tercera zafra en Japón), todo está a su favor para superar su actuación de 2014. El manager de las Estrellas de DeNA, su nuevo equipo, le ha dado la titularidad indiscutida que se le negó el año pasado y el hecho de jugar en un estadio abierto, que además es el más pequeño del circuito, le facilitará mucho aumentar su total de vuelacercas.

 

   Valdés ha sido una de las más gratas sorpresas latinas este año. Desde que debutó en la pretemporada ha lucido sólido y su constancia sobre el montículo no se ha visto perturbada por nada, ni siquiera por las bajas temperaturas que se han visto hasta ahora en los distintos parques de la liga.

 

   Si bien no ha podido ganar hasta ahora (su récord es de 0-1), las 5 aperturas que ha realizado hasta ahora han sido todas de calidad, por lo que su efectividad de 1.59 es en este momento la séptima mejor de la Liga Central.

 

   Salvo que una lesión interrumpa su buena marcha, el veterano zurdo está en camino a registrar una campaña muy exitosa.

 

   Luna mantiene el mismo patrón que ha mostrado desde que debutó en Japón en la campaña 2013: excelente promedio al bate, pero con constantes lesiones. En 2013, apenas pudo disputar 85 partidos, lo que al final le costó el título de  bateo de la Liga Central que de haber visto más acción hubiese obtenido con facilidad.

 

   El año pasado mejoró bastante al participar en 127 encuentros pero otra lesión volvió a afectar sus posibilidades de ganar el título de bateo, por lo que esta temporada su objetivo será jugar la gran mayoría de los partidos de su equipo. De lograrlo, es muy posible que esa corona de bateo que le ha sido tan elusiva finalmente se quede en sus manos.

 

   En lo que respecta a Caraballo, su gran arranque podría convertirlo en el equivalente de su compatriota Ernesto Mejía el año pasado. Batear para .355, con 2 jonrones y 10 empujadas en 9 partidos no resulta nada sencillo, en especial cuando de entrada uno recibe la responsabilidad de ser el cuarto bate titular del equipo con el peor récord de la NPB.

 

   No obstante, el criollo ha maravillado a todos con su fuerza y su habilidad para conectar la pelota e incluso con su excelente dominio del idioma, ya que su japonés es tan fluido que no necesita intérprete ni para comunicarse con sus compañeros ni para responder las preguntas de los periodistas locales.

 

   De continuar como va, esta temporada no sólo podría convertirse en la mejor de su carrera sino que también le aseguraría su continuidad en la liga por varios años más.

 

   No podemos dejar de mencionar los grandes comienzos de año que han tenido el venezolano Aarom Baldiris y el dominicano Anderson Hernández, quienes se han ubicado constantemente entre los 10 mejores bateadores de la Liga Central.

 

   Después de verse afectado en 2014 por varias lesiones y constantes cambios de posición defensiva y turnos al bate que sin duda perjudicaron mucho su rendimiento, Baldiris se reportó este año en la mejor de las formas y no ha parado de producir desde el inicio de los entrenamientos primaverales.

 

   Al momento de escribir estas líneas, es quinto en promedio en la Liga Central con .328, cuarto en jonrones con 3 y segundo en empujadas con 13, por lo que de no ser perturbado como ocurrió el año pasado lo más probable es que en esta ocasión registre otra de las grandes campañas a las que nos tiene acostumbrados.

 

   Hernández, por su parte, es cuarto en imparables en la Liga Central con 26 y noveno en promedio con .302, además de acumular 9 empujadas y 8 anotadas y ser titular desde el primer día de la temporada, por lo que el futuro también luce muy brillante para él.

 

   Durante su debut en la liga el año pasado tuvo sus altibajos y no fue sino hasta finales de junio que logró cogerles el pulso a los lanzadores japoneses y ganarse la titularidad con los Dragones de Chunichi. Sin embargo, una lesión puso punto y final a su campaña a finales de agosto, por lo que ahora deberá cuidarse para mantenerse activo durante todo el año.

 

   El venezolano Ernesto Mejía, a quien mencionamos con anterioridad, es precisamente una de las principales decepciones latinas hasta ahora, junto a los dominicanos Wily Mo Peña, Rainel Rosario y Mauro Gómez, si bien este último ha mejorado bastante en los últimos días.

 

   Mejía se convirtió en una sensación en 2014 tras alzarse con el título de jonrones de la Liga de Pacífico a pesar de debutar a mediados de mayo. Los Leones de Seibu, el club para el que juega, no dudaron en renovarlo esperando que este año completase una campaña similar, pero hasta ahora sus expectativas no se han visto cumplidas.

 

   A la fecha de hoy, el criollo batea para .246, con sólo 2 jonrones y 9 empujadas en 17 partidos y parece estar siendo afectado, sobre todo, por el frío. Según nuestro colega de la versión inglesa del Diario Yomiuri John Gibson, un periodista japonés le dijo recientemente: “nosotros lo que queremos es verte conectar jonrones”, a lo que éste respondió “¡yo también!”.

 

   Obviamente, falta mucho camino por recorrer y todavía queda bastante tiempo para corregir el rumbo, pero sin duda muchos fanáticos han quedado un poco decepcionados con lo que han visto hasta ahora de él.

 

   Peña está en una situación muy parecida, luego de disparar 32 vuelacercas y remolcar 90 carreras en 2014. Las Águilas de Rakuten lo contrataron de emergencia para que se convirtiese en su cuarto bate titular y a pesar de que éste lo ha dejado todo sobre el terreno en cada uno de los juegos que ha disputado, sus números hasta ahora no han sido los mejores: .246 de promedio, con cero jonrones y apenas 2 empujadas en 18 partidos.

 

   Al igual que Mejía, es probable que el frío lo esté afectando ya que Sendai, la ciudad en la que juega el club, es la más fría de la NPB en lo que respecta a estadios abiertos. En muy probable que su rendimiento mejore cuando llegue el calor, pero de momento no se puede negar que su actuación ha dejado mucho que desear.

 

   Rosario fue otra de las grandes revelaciones de 2014, luego de batear para .336, con 14 cuadrangulares y 49 remolques en apenas 69 partidos, por lo que los Carpas de Hiroshima tenían muchas expectativas acerca de lo que pudiera hacer este año.

 

   No obstante, tuvo que ser operado de apendicitis a finales de febrero y eso prácticamente borró del mapa su pretemporada, por lo que no pudo debutar este año sino hasta el 5 de abril. El 11 de ese mes mostró destellos de su grandeza del año pasado al irse de 5-4 con 2 anotadas, pero salvo esa única excepción se ha ido en blanco en 7 de los 10 encuentros que ha disputado hasta ahora, por lo que su promedio es de apenas .200.

 

   Sin duda cuenta con tiempo de sobra para recuperarse y volver a su mejor forma, pero no deja de ser decepcionante lo que ha mostrado hasta ahora.

 

   Después de liderar la NPB con 109 empujadas el año pasado, Gómez estaba llamado a convertirse de nuevo en el motor ofensivo de los Tigres de Hanshin esta temporada y hasta cierto punto lo ha logrado.

 

   Su promedio de .288, con 2 jonrones y 12 empujadas en 20 partidos no son malos números, pero una buena parte de ellos llegaron en sus últimos 4 encuentros. Antes de ellos bateaba para .271, con un estacazo y sólo 6 remolques.

 

   En comparación, para el 19 de abril de 2014 bateaba para .346, con 2 jonrones y 20 empujadas, por lo que resulta una desilusión ver los números relativamente modestos que ha acumulado hasta ahora.

 

   Sin embargo, tal como en los casos de Mejía, Peña y Rosario, la temporada apenas comienza y ahora es que queda tiempo para corregir el rumbo y volver a deslumbrar a todos de la misma manera que lo hizo el año pasado.