Mar, 23 Abr 2024 16:20 PM

Los futuros de Yoshitomo Tsutsugo y Ángel Sánchez

 

El contrato de Tsutsugo con Tampa Bay favorece sus posibilidades de triunfo en MLB

 

   Las firmas del japonés Yoshitomo Tsutsugo con los Rayos de Tampa Bay y del dominicano Ángel Sánchez con los Gigantes de Yomiuri, que se concretaron esta semana, nos invitan a preguntarnos qué tipo de futuro tendrán ambos jugadores en sus respectivas ligas.

 

   El contrato de Tsutsugo, por ejemplo, nos parece sensacional. En el papel, parece sentar las bases para que el toletero nipón tenga éxito en su debut en las Grandes Ligas, pero por supuesto, no hay manera de asegurar que eso ocurra.

 

   El pacto de Sánchez, por el contrario, no nos parece tan acertado, ya que si de entrada le garantiza al lanzador un excelente salario (3,1 millones de dólares anuales), al mismo tiempo lo coloca en una posición en la que sus posibilidades de fracaso son muy altas.

 

   Analicemos primero el caso del slugger nipón. Siempre hemos dicho que a los peloteros japoneses que buscan dar el salto a las mayores hay que firmarlos con inteligencia y eso es precisamente lo que ha hecho Tampa Bay en este caso.

 

   En lugar de otorgarle de un golpe un contrato de 4 años y 56 millones de dólares, como lo hicieron los Marineros de Seattle el año pasado con Yusei Kikuchi, el club de Florida fue más realista y se inclinó por un acuerdo de 2 años y 12 millones.

 

   Si Tsutsugo se adapta bien al estilo de juego de MLB y triunfa, el equipo habrá hecho un excelente negocio que luego podrá renovar en términos similares, y si por alguna razón fracasa, entonces la pérdida financiera no será demasiado grande.

 

   Ese buen balance entre inversión y riesgo sienta las bases para que el toletero de 28 años comience su carrera en la Gran Carpa con buen pie y sin la innecesaria presión de tener que justificar el dinero pagado para adquirirlo.

 

   Otra ventaja importante es que Tampa Bay es un equipo innovador que está dispuesto a probar distintas estrategias para ganar y eso es algo que aumentará mucho sus probabilidades de jugar a diario.

 

   Por ejemplo, varios analistas ya han mencionado que la posición en la que Tampa Bay más lo necesita es en la tercera base, que es un rol en el que tiene muy poca experiencia. No obstante, si el conjunto tiene la paciencia suficiente como para mantenerlo en ese puesto hasta que se acostumbre al mismo, entonces ambas partes saldrán ganando.

 

   Y si por casualidad no logra ganarse la titularidad en ese puesto, siempre podrá ser suplente ahí y también en otras posiciones como la primera base y los jardines. Mientras más opciones defensivas tenga, mejores serán las posibilidades de que vea acción todos los días.

 

   Por su puesto, su éxito no depende sólo del equipo sino también de su rendimiento propio y, sobre todo, de su disposición a trabajar duro para adaptarse lo antes posible al estilo de juego de la mayores.

 

Tsutsugo conectó 44 jonrones en 2016 con DeNA

 

   Su carrera en Japón fue muy productiva. En las 10 temporadas que disputó con las Estrellas de DeNA bateó para .285, con 205 jonrones, 613 empujadas y 515 anotadas. En su mejor año, 2016, lideró la Liga Central con 44 estacazos y 110 remolques.

 

   Varios bateadores japoneses que han dado el salto a las Grandes Ligas hasta ahora han tenido éxito a ese nivel, pero sólo 2 de ellos han marcado realmente la diferencia para sus equipos y se han convertido en súper estrellas: Ichiro Suzuki y Hideki Matsui.

 

   Afortunadamente para Tsutsugo, Matsui es una de las mejores comparaciones que se pueden hacer para entender qué tipo de producción puede aportar el primero en la Gran Carpa.

 

   Tal como Matsui, Tsutsugo es un bateador zurdo de poder con la capacidad de conectar muchos jonrones, remolcar muchas carreras y además batear para promedio. Ambos disputaron 10 campañas en la NPB antes de irse a la MLB, pero la gran diferencia es que los números del primero en ese período fueron mucho mejores que los del segundo.

 

   Matsui bateó para .304, con 332 vuelacercas, 889 empujadas y 901 anotadas, además de ganar 3 títulos de jonrones, 3 de remolques y uno de bateo. En comparación, los totales de Tsutsugo sólo llegaron a .285, 205, 613 y 515, respectivamente, con una corona de jonrones y una de empujadas.

 

   Sin embargo, como ya lo mencionamos al principio, Tsutsugo jugará en un ambiente mucho más relajado que el que rodeó a Matsui en su momento, por lo que sus posibilidades de éxito, insistimos, serán buenas.

 

   Puede que no alcance el nivel de estrellato que alcanzó Matsui, pero al menos debería llegar a un nivel en el que todos consideren que cumplió con las expectativas que se tenían de él.

 

Sánchez llega a Japón con varios obstáculos para poder triunfar

 

   En lo referente al caso del lanzador dominicano Ángel Sánchez, sin duda nos preocupan las condiciones en las cuales está llegando a la NPB.

 

   Por una parte, estará recibiendo un salario de 3,1 millones de dólares en su primer año en la liga, cifra que representa un monto muy alto para un debutante foráneo y eso, sin duda, le añadirá mucha presión a cada una de sus actuaciones.

 

   Luego, hay que tomar en cuenta que estará llegando al equipo más impaciente de todo el béisbol japonés y eso es algo que reducirá aún más sus probabilidades de triunfo ya que salvo que sea una estrella de principio a fin su titularidad nunca estará garantizada.

 

   Más importante aún es el hecho de que ninguno de los importados latinos que han llegado a Japón luego de registrar excelentes números en la liga surcoreana (KBO, por sus siglas en inglés) han podido tener éxito hasta ahora.

 

   Le ocurrió a su compatriota Yamaico Navarro, quien firmó con los Marinos de Lotte por 1,2 millones de dólares en 2016 y terminó siendo una decepción, y también le sucedió a otro dominicano, Wilin Rosario, quien firmó con los Tigres de Hanshin en 2018 por 3 millones y tampoco pudo durar más de una campaña en la liga.

 

   No es que estemos deseando que Sánchez fracase en Japón ni mucho menos, pero sin duda todas las condiciones están dadas para que no tenga éxito en su misión, a pesar de que firmó por 2 años en lugar de uno solo.

 

   En su momento, Navarro estuvo en una mejor posición para triunfar, ya que llegó a un equipo más relajado y con un contrato más acorde con el de un debutante en la NPB. Sin embargo, las cosas comenzaron a salirle mal desde el mismo inicio de los entrenamientos primaverales, luego de ser arrestado en el aeropuerto por tener 2 balas en su equipaje de mano.

 

   Eso le valió una suspensión de un mes que le restó tiempo de juego y al final interrumpió por completo su proceso de adaptación a la liga y selló su suerte en la misma.

 

Rosario tuvo éxito en Corea, pero no en Japón

 

   Rosario se encontró con más obstáculos en el camino, luego de firmar de entrada por 3 millones de dólares y hacerlo con un equipo tan impaciente como Hanshin. Desde el principio, su rendimiento fue muy modesto y el club aguantó tanto como pudo antes de bajarlo a su conjunto filial, pero al final no tuvo más remedio que hacerlo.

 

   A finales de año se habló de la posibilidad de mantenerlo en el roster, ya que su contrato incluía una opción para una segunda temporada, pero su alto salario convenció a la gerencia de apostar por otro extranjero menos costoso.

 

   Sánchez, por lo tanto, lleva todas las de perder. Su alto salario, sumado a la impaciencia de Yomiuri, lo colocan en una posición en la cual si no produce buenos resultados de inmediato no podrá triunfar, e incluso si los logra, tampoco podrá ganarse la titularidad salvo que pueda mantenerlos a lo largo de toda la temporada.