Mar, 16 Abr 2024 14:43 PM

Liga del Pacífico: SoftBank es el rival a vencer

 

SoftBank captura el título de la Liga del Pacífico 2017 ante Seibu

 

   Luego de haber presentado nuestro pronóstico para la Liga Central la semana pasada, queremos dedicar la columna de esta semana a analizar el panorama de la Liga del Pacífico para la temporada 2018 de la NPB.

 

   Los favoritos para capturar el título del circuito no pueden ser otros que los Halcones de SoftBank, quienes siguen teniendo -y por mucha ventaja- el equipo más completo, sólido, balanceado y poderoso del grupo.

 

   Su rotación de abridores no cuenta con un verdadero as, pero sí tiene como 10 opciones para llenar los 6 cupos disponibles, por lo que el club posee mucha profundidad y consistencia en ese departamento.

 

   Su cuerpo de relevistas es altamente confiable y su cerrador, el norteamericano Dennis Sarfate, es el mejor de Japón, por lo que el conjunto también está blindado en esa área.

 

   Por si eso no fuera suficiente, su ofensiva es una de las más fuertes y productivas de la NPB. Sus toleteros batean para promedio, tienen poder, corren muy bien las bases y casi siempre conectan el batazo oportuno en el momento indicado, por lo que varios de sus miembros se ubican constantemente entre los líderes ofensivos de la liga.

 

   Adicionalmente, el equipo cuenta con un manager muy experimentado, una gerencia muy eficiente, un conjunto filial plagado de talento y un plan de trabajo coherente y que sólo busca la excelencia. No es coincidencia, por lo tanto, que haya terminado en la primera posición de la tabla en 3 de las últimas 4 temporadas y que amenace con hacerlo de nuevo este año.

 

   El segundo lugar de la clasificación lo reservamos para las Águilas de Rakuten, a quienes vemos mejorando la gran campaña que completaron en 2017, en la cual estuvieron liderando la liga durante la primera mitad del calendario.

 

   El conjunto de Sendai cuenta con una buena rotación de abridores, un respetable grupo de relevistas intermedio y un buen cerrador, por lo que en términos de pitcheo cuenta con las herramientas necesarias como para volver a pelear por el título.

 

   Su ofensiva está comandada por un fatástico trío de importados de poder, el mexicano Japhet Amador, el dominicano Carlos Peguero y el norteamericano Zelous Wheeler, que fue muy productivo en 2017 y que promete hacer incluso más daño esta tempotada.

 

   Si a ese poder sumamos, además, la habilidad, inteligencia y productividad de los toleteros japoneses del club, entonces no encontramos ante una divisa que puede ser temible en lo que a ofensiva se refiere.

 

   Así mismo, el experimentado manager Masataka Nishida, que se ha hecho famoso por llevar a todos los conjuntos que dirige a capturar el título de liga, tiene esa cuenta pendiente con Rakuten y está más que deseoso de saldarla este año.

 

   A los Leones de Seibu, que realizaron una campaña muy sólida en 2017, los vemos terminando en el tercer puesto de la tabla este año.

 

   La razón es muy sencilla. Todo le salió bien al equipo el año pasado y no creemos que eso se vaya a repetir de la misma manera esta temporada. Todo lo contrario, el club ha decepcionado más de lo que ha complacido a sus fanáticos en los últimos años y ese tipo de tendencias no se cambian de la noche a la mañana.

 

   Su rotación sigue siendo talentosa y su ofensiva una de las más poderosas de la liga, por lo que todavía los vemos como un conjunto que clasificará a la postemporada pero no con la misma solidez con la que lo logró en 2017.

 

   El venezolano Ernesto Mejía, que perdió la titularidad el año pasado en la que ha sido hasta ahora su peor campaña en Japón, buscará reivindicarse esta temporada con sus fanáticos y volver a convertirse en uno de los líderes ofensivos del club.

 

   No obstante, incluso si lo logra puede que su aporte no haga demasiada diferencia con respecto al rendimiento del equipo si el pitcheo no responde o sus compañeros de alineación no logran producir como en 2017.

 

   El cuarto lugar de la clasificación lo reservamos para los Búfalos de Orix, que como es costumbre cuentan con una nómina muy talentosa pero no cumplen con las grandes expectativas que se tienen de ellos.

 

   Su rotación de abridores es una de las mejores de la liga, pero sus relevistas intermedios no son demasiado confiables y además perdieron a su cerrador, por lo que existen muchas dudas acerca de lo que puedan lograr en ese departamento.

 

   Su ofensiva es fantástica, especialmente gracias al aporte de los norteamericanos Stefen Romero y Chris Marrero, pero sin el respaldo de los lanzadores y de una buena defensa no es mucho lo que éstos puedan hacer para ayudar al club.

 

   Para colmo, su manager no siempre toma las mejores decisiones y su gerencia es la más incoherente del circuito, por lo que no debería ser una sorpresa un pronóstico que lo coloque fuera de la pretemporada.

 

   A los Luchadores de Nippon Ham los vemos en el mismo peldaño en el que terminaron el año pasado: el quinto. La pérdida del fenómeno Shohei Otani, quien era al mismo tiempo su mejor lanzador y su mejor bateador, promete ser muy difícil de recuperar.

 

   Su rotación de abridores cuenta con mucho talento, pero tuvo un desempeño terrible el año pasado y no parece que vaya a mejorar mucho esta campaña. Con un cuerpo de relevistas promedio y un cerrador que no está definido, son muchos todavía los problemas que deben resolverse antes de que el equipo regrese a su mejor versión.

 

   Su ofensiva es buena, pero carece de constancia sobre el plato, especialmente en el caso de su cuarto bate Sho Nakata, quien a veces actúa como un toletero de Grandes Ligas y a veces lo hace como si fuera un novato sin experiencia.

 

   Así mismo, el único refuerzo extranjero contratado durante el invierno para ayudar al club en ese departamento, el venezolano Oswaldo Arcia, parece estar pasando mucho trabajo en su proceso de adaptación a la liga, por lo que todo parece indicar que este tampoco será el año del conjunto de Sapporo.

 

   Finalmente, nuestros candidatos a ocupar una vez más el último lugar de la tabla no podían ser otros que los Marinos de Lotte, un conjunto que se desplomó el año pasado y que, incluso con su nuevo manager, todavía no da señales de vida.

 

   Tanto su pitcheo como su ofensiva fueron las peores de la liga en 2017. La gerencia, al menos, firmó a 4 lanzadores nuevos para esta temporada, 3 de los cuales son extranjeros, pero ninguno de ellos ha demostrado hasta ahora tener el talento suficiente como para echarse el equipo al hombro.

 

   Su rotación de abridores está plagada de dudas, al igual que su cuerpo de relevistas y su cerrador, por lo que el panorama no luce demasiado esperanzador en ese departamento.

 

   Su ofensiva, que prácticamente falleció en 2017, sigue en coma y para colmo la gerencia dejó en libertad al único bateador de poder que realmente ayudó al club durante la campaña: el dominicano Wily Mo Peña.

 

   De manera que sin un cuarto bate efectivo y ningún bateador de gran calidad en la alineación, parece muy difícil que el club pueda resucitar esa faceta de su juego este año.

 

   La llegada del sobrio y muy popular Tadahito Iguchi, quien se retiró como jugador activo a finales de año para convertirse en el nuevo manager del conjunto, promete ayudar un poco, pero no lo suficiente como para sacarlo del último lugar.