Jue, 25 Abr 2024 07:01 AM

La agridulce carrera del cubano Raúl Valdés en Japón

 

   Al momento de escribir estas líneas, el lanzador cubano Raúl Valdés acumula 9 aperturas de calidad consecutivas desde el inicio de la temporada y el hecho de que sólo haya podido ganar una de ellas representa un fiel reflejo de lo agridulce que ha sido su carrera en la NPB.

 

   Por una parte, su paso por la máxima categoría del circuito nipón ha sido todo un éxito. A pesar de haber debutado a los 37 años, ha dominado a los bateadores rivales desde su primera apertura en los entrenamientos primaverales en febrero de 2015.

 

   Su efectividad de por vida en la liga es de 3.08 y su porcentaje de aperturas de calidad es del 68%, luego de haber comenzado 50 partidos desde esa fecha.

 

   Por si eso fuera poco, esta campaña se ha convertido en el abridor más confiable que poseen los Dragones de Chunichi, a pesar de estar acercándose a sus 40 años. De hecho, en lugar de dejarlo en libertad, lo más probable es que el club le renueve su contrato a finales de año.

 

   Sin embargo, a pesar de todo ese éxito, su récord de por vida en la liga es de 12 victorias y 17 derrotas y las cosas no parecen que vayan a cambiar este año.

 

   Esta temporada, como ya indicamos, suma 9 aperturas de calidad en fila desde el comienzo del calendario, lidera toda la NPB en entradas lanzadas con 62 y 2 tercios y además posee la cuarta mejor efectividad de la Liga Central con 2.01. No obstante, su marca está en 1-2.

 

   Por alguna razón, cada vez que abre un partido sus compañeros de equipo no logran producir el número de carreras necesarias para darle la victoria. Otros lanzadores del club tienen más suerte y terminan el año con récord positivo, pero no el zurdo caribeño, que hasta ahora no ha podido registrar un récord ganador en ninguna de las 3 campañas que lleva en Japón.

 

   Cuando debutó en el circuito en 2015, no pudo registrar su primera victoria sino hasta su décima salida, a pesar de haber realizado 7 aperturas de calidad en el camino. Su excelente trabajo desde el montículo mereció mejores resultados, pero en lugar de triunfos lo que hizo fue acumular 4 derrotas en ese período.

 

   Su siguiente salida resultó otra vez en victoria, pero luego perdió 4 veces en sus siguientes 5 salidas para perder toda esperanza de poder darle vuelta a la temporada. Si bien su efectividad final de 3.18 fue buena, su récord de 5-8 no lo fue.

 

   Las cosas lucieron mucho más promisorias en 2016, cuando comenzó año ganando su primera apertura. No obstante, no pudo mantener esa buena racha durante el resto de la campaña y terminó el año con marca de 6-7 y una efectividad de 3.51.

 

   Este año ha sido su mejor hasta ahora, ya que su efectividad luego de sus primeros 9 partidos nunca había estado tan baja y además se encuentra entre los líderes de esa categoría en la Liga Central, pero lamentablemente eso no ha cambiado la historia con respecto a su escaso número de triunfos.

 

   Otra cosa que también ha afectado su éxito son las distintas lesiones que ha sufrido hasta ahora. El tiempo de juego que éstas le han restado no ha sido demasiado, pero sí el suficiente como para impedirle estar entre los líderes de la liga en efectividad.

 

   Este año, por ejemplo, podría terminar entre los 10 mejores de ese departamento en la Liga Central, incluso si vuelve a registrar un récord perdedor. Eso, sin duda, representaría un gran éxito para su carrera.

 

   Sin embargo, si se vuelve a lesionar y debido a ello no logra acumular el número de entradas suficientes como para aparecer entre los líderes de la categoría, entonces su esfuerzo será en vano, sin importar lo buena que sea su efectividad.

 

   Obviamente, a pesar de lo frustrante de no poder sumar todas las victorias que se merece, Valdés todavía se encuentra en el que probablemente es el mejor momento de su carrera. Quizás su salario no sea tan alto como el que recibió en su paso por las Grandes Ligas, pero debe ser muy similar.

 

   Además, se ha logrado establecer como un abridor de gran calidad en una liga que valora mucho el pitcheo y es tan apreciado por su equipo y sus compañeros como temido y respetado por todos sus rivales.

 

   Insistimos, a pesar de todos los altibajos por los que ha pasado en estos 3 años que lleva en la NPB lo más probable es que Chunichi lo renueve por una temporada más a finales de este año, en lugar de dejarlo en libertad.

 

   Considerando que ya habrá cumplido los 40 años para ese momento, el poder extender su estadía en el circuito sin duda representará un logro enorme para su carrera.

 

   Igual, la mala suerte que lo ha afectado hasta ahora todavía no puede compararse a la que sufrió el dominicano Máximo Nelson en la campaña 2011, cuando sumó 9 derrotas consecutivas a pesar de haber realizado 6 aperturas de calidad en ese período.

 

   El espigado derecho, que también defendió los colores de Chunichi ese año, fue el lanzador abridor de su equipo en el partido inaugural de la temporada y desde entonces nunca perdió su turno en la rotación, por lo que terminó liderando la Liga Central con 31 aperturas.

 

   Su efectividad final de 2.54 fue la novena mejor del circuito esa campaña y sus 149 ponches lo colocaron en el cuarto lugar de esa categoría en la liga. No obstante, su récord final fue de 10-14 debido al mismo problema que está sufriendo Valdés en este momento: la falta de apoyo ofensivo de sus compañeros.

 

   Quizás la derrota más dolorosa que sufrió Nelson durante esa racha fue una en la que lanzó completo ante las Golondrinas de Yakult. Permitió sólo 2 carreras en 8 episodios, pero terminó perdiendo el juego 2-0.

 

   En el quinto capítulo de ese partido, conectó un largo doble al jardín central que hubiese remolcado al corredor que estaba en segunda base, de no ser porque éste se detuvo en tercera creyendo que el coach le estaba ordenando pararse, cuando en realidad le estaba indicando lo contrario.

 

   Luego, en el séptimo episodio, realizó a la perfección un toque de sacrificio que dejó hombres en primera y tercera sin outs debido a un error y aun así su equipo no pudo anotar carreras, por lo que terminó sumando la que fue en ese momento su séptima derrota en fila.

 

   El mexicano Luis Mendoza también sufrió los efectos de la falta de apoyo ofensivo de sus compañeros en su debut en la NPB en 2014, pero nada comparable a lo que experimentó Nelson o incluso a lo que está atravesando Valdés en este momento.

 

   El derecho azteca terminó esa primera temporada en la liga con marca de 7-13, pero su efectividad de 3.89 fue la undécima mejor de la Liga del Pacífico. Además, al año siguiente logró registrar un récord ganador al terminar la campaña con marca de 10-8 y una efectividad de 3.51, que fue la novena mejor del circuito.

 

   Valdés, por lo tanto, representa un caso intermedio entre la extrema mala suerte de Nelson y los traspiés corregidos posteriormente por Mendoza.

 

   De todas formas, al cubano le queda más que suficiente tiempo para darle vuelta a la presente temporada y registrar el primer récord ganador de su carrera, además de meterse entre los 10 mejores de efectividad en la liga, también por primera vez.

 

   Sería fantástico y muy merecido que lograse alcanzar esas dos metas, pero incluso si no lo hace, no puede negarse que su carrera en Japón ha sido muy exitosa hasta ahora, a pesar de esas frustrantes derrotas.