Sáb, 20 Abr 2024 00:09 AM

Primeras notas de nuestra presente visita a Japón

 

   La primera semana de nuestra actual visita a Japón tuvo más que ver con encuentros familiares que con béisbol, pero eso no quiere decir que no tengamos anécdotas interesantes que contar.

 

   A pesar de que ya tenemos 11 años consecutivos visitando el país, éste nunca ha dejado de sorprendernos, en todos sus aspectos. Es por esto que queremos compartir a continuación las primeras notas de nuestro viaje, que no serán las últimas porque todavía nos queda mucho camino por recorrer.

 

 

Regreso al Aeropuerto Internacional de Kansai

 

   A principios de esta década (el año exacto se nos escapa en este momento), Air Canada, que es la línea aérea que solemos utilizar para trasladarnos de Toronto a Japón, dejó de volar al Aeropuerto Internacional de Kansai, en Osaka, debido al alto costo de los impuestos que debía pagar para utilizarlo. Ese aeropuerto ha sido siempre el que más nos conviene utilizar cuando venimos a Japón, porque es el más cercano a Kobe, donde viven nuestros familiares japoneses. Por lo tanto, desde ese momento nos vimos forzados a volar directamente de Toronto a Tokio, que es un viaje de 13 horas, y luego de Toronto a Itami, que es el aeropuerto local de Osaka. Es decir, Kansai desapareció por completo de nuestro mapa y fue duro decirle adiós, porque es un aeropuerto muy moderno y agradable. Se trata de una isla artificial construida sobre el mar y aterrizar en ella es lo más cómodo del mundo. Uno puede ver el aeropuerto desde el avión y sentir cómo éste gira lentamente para prepararse para el aterrizaje, que siempre es tranquilo y placentero. En comparación, el aeropuerto de Narita, que es el principal para llegar a Tokio, es viejo, queda muy lejos de Tokio y, sobre todo, es muy incómodo a la hora de aterrizar en él. El avión por lo general siempre se encuentra con algún tipo de turbulencia y el sentimiento general es que uno no va a aterrizar nunca. Este año, sin embargo, las cosas cambiaron y pudimos volar una vez más al Aeropuerto de Kansai, haciendo escala en Vancouver. ¡Qué placer verlo de nuevo!

 

 

Súper Mario y sus amigos

 

   Lo primero que vimos después de aterrizar en Japón fue a Súper Mario. Luego de recoger nuestras maletas en el aeropuerto, apenas salimos nos encontramos con el famoso protagonista del popular juego de video del mismo nombre. Nuestros hijos aprovecharon para tomarse una foto con él y además nos regaló un par de abanicos con su imagen. Japón es un país que tiene una relación muy  estrecha con sus juegos de video y sus series y películas animadas, e incluso con las figuras animadas que vienen de los Estados Unidos. Es por esto Hello Kitty, Snoopy, Súper Mario, Anpanman, Doraemon y compañía se pueden ver en todas partes y en todas sus formas: como caracteres ambulantes que se toman fotos con niños, en prendas de vestir, afiches, artículos para el hogar y el colegio, juguetes, toallas, tarjetas de crédito y demás. En un viaje reciente que hicimos a Hiroshima, nos montamos en un Shinkansen (tren bala) que estaba decorado con los colores y las imágenes de una serie animada japonesa muy popular llamada Evangelion. El primer vagón del tren, en lugar de asientos, tenía una exposición de imágenes de la serie y todos los pasajeros del tren podían acercarse para visitarla y tomarse fotos en la misma. Incluso los caracteres de una película animada americana llamada Minions se pueden ver en todas partes, al punto de que los equipos de la NPB los están incorporando en sus productos.

 

 

La increíble tienda de 100 yenes

 

   Japón cuenta con varias cadenas distintas de tiendas de 100 yenes, que representan el equivalente a las tiendas de un dólar que se ven en Norteamérica. Sin embargo, a pesar de que la idea en ambos casos es la misma (ofrecer a sus clientes una gran variedad de productos que sólo cuestan un dólar), la diferencia en calidad es abismal a favor de la versión nipona. Las tiendas de 100 yenes en Japón no sólo son extremadamente limpias y organizadas, sino que la calidad de los productos que ofrecen es MUCHO mayor a las de sus pares norteamericanas, en las cuales uno puede ver, a simple vista, que el producto se va a quebrar o romper luego de usarlo una sola vez. En Japón, por el contrario, no sólo se nota que el producto está bien hecho y que además es muy resistente, sino también que el diseño es muy atractivo y de muy buen gusto. En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de visitar una cadena llamada "Seria" que nos sorprendió al punto de hacernos sentir que nunca antes habíamos entrado a una tienda de 100 yenes. Todo lucía perfecto dentro de la tienda: los productos, la organización, la limpieza, la atención de sus empleados, todo. Si algún día tienen la oportunidad de visitar Japón, no dejen de entrar en una de las tiendas de 100 yenes. Aun si no necesitan comprar nada, la experiencia va a valer mucho la pena.

 

 

Tan feliz como el cubano Roberto "Chico" Barbón

 

   Tuvimos la oportunidad de hablar por teléfono con el cubano Roberto "Chico" Barbón, el primer latino en jugar en la NPB. Fue una conversación muy breve, pero cuando le preguntamos cómo estaba, su respuesta fue "¡encantando de la vida!". A sus 84 años, no sólo sigue trabajando para el mismo equipo para el que jugó originalmente (los Búfalos de Orix), sino que se mantiene en buena salud y con la misma alegría y el mismo buen humor de siempre. No podemos sino admirarlo y desear también que nosotros podamos llegar a los 84 años con la misma salud, el mismo optimismo y la misma alegría. Chico llegó a Japón en 1955 con la intención de jugar por 2 o 3 años y luego regresarse a Cuba, pero cuando estaba a punto de hacerlo, llegó la revolución y le cerró las puertas de regreso, por lo que decidió quedarse en Japón y pasar ahí el resto de su vida y eso es lo que ha estado haciendo desde entonces. En el interín, ha conocido prácticamente a todos los extranjeros que han pasado por la NPB y también a todos los japoneses. Es invitado a todo tipo de eventos relacionados a su equipo y a la liga, le han escrito un par de biografías y además fue objeto de un documental que le permitió regresar brevemente a Cuba en los años 80. ¿Quién no sería feliz con una vida como esa?

 

 

Productiva visita al Estadio Mazda de Hiroshima

 

   El viernes 30 de junio tuvimos la oportunidad de acercarnos al Estadio Mazda de Hiroshima, sede de los Carpas de Hiroshima, para hacer varias entrevistas y el día no ha podido resultar más productivo. Hablamos con el dominicano Xavier Batista, la nueva sensación del equipo y también con todos los latinos disponibles de los Dragones de Chunichi, que era el equipo visitante en el juego de ese día: los cubanos Raúl Valdés, Alex Guerrero y Omar Linares (el coach de bateo de los jugadores extranjeros) y el dominicano Jordan Norberto. Esas entrevistas las iremos publicando poco a poco, pero les podemos adelantar algunas de las cosas de las que hablamos ese día. Batista nos comentó que el secreto de su éxito este año fue un cambio en su mecánica de bateo. El año pasado, que lo jugó todo con el equipo menor de Hiroshima sin producir resultados sobresalientes, solía levantar el pie izquierdo cada vez que hacía swing. Sin embargo, su coach de bateo le dijo que no lo hiciera más, ya que posee suficiente fuerza como sacar la pelota del parque sin levantar el pie, y que por el contrario se enfocase en ver mejor la pelota y hacer mejor contacto. El cambió pagó sus dividendos de inmediato y esa es la razón por lo que ahora está triunfando con el equipo grande y ya no está con el conjunto filial. Valdés nos explicó que no es capaz de leer mentes, como muchos bateadores rivales aseguran, sino que simplemente trata de pensar como un bateador a la hora de hacer sus lanzamientos, de manera sorprender o engañar al bateador que está enfrentando. Antes de convertirse en lanzador, fue jardinero y le tocaba batear todos los días, por lo que simplemente trata de recordar esa experiencia a la hora de decidir sus lanzamientos. Guerrero, por su parte, nos dijo estar admirado por el nivel de la NPB, que es una liga que considera que tiene un nivel muy cercano al de las Grandes Ligas. Linares, que jugó con Chunichi entre 2002 y 2004, nos confesó que su experiencia como jugador en esos años es algo inolvidable para él. Al principio le costó adaptarse al sistema de trabajo japonés, pero pudo despedirse con una buena nota al quedar campeón de la Liga Central en 2004 y participar en la Serie de Japón ese mismo año, hechos ambos que define como una de las cosas más bonitas que le han pasado en la vida. Por último, Norberto nos comentó sentirse muy cómodo y muy seguro trabajando en Japón, porque sabe que puede salir a cualquier hora y puede utilizar su celular sin miedo de que alguien lo vaya a asaltar. Así mismo, dijo sentirse tan agradecido por todo lo que le ha dado el béisbol japonés que le gustaría retirarse en la NPB para pagarle de vuelta todo lo que ha hecho por él. Como si estas 5 entrevistas no hubiesen sido suficientes, también tuvimos la oportunidad de saludar en el estadio al dominicano Francis Ruiz y a Nobuhiro Katsuragawa, los intérpretes de español de Chunichi, que año tras año nos han ayudado a contactar y entrevistar a los latinos que han pasado por el equipo.

 

 

 

La calidad del servicio al cliente en Japón nunca deja de sorprender

 

   Este es un tema del que ya hemos hablado en el pasado, pero que nunca deja de sorprendernos cada vez que visitamos el país. Es esta ocasión, llevamos a nuestros hijos a jugar bowling y nos dimos cuenta de que la pantalla que estaba sobre nuestra línea no sólo ofrecía la puntuación, sino que además mostraba también la velocidad de los lanzamientos. Cada vez que uno lanzaba la bola, la pantalla mostraba, en kilómetros por hora, la velocidad del lanzamiento. Por si eso fuera poco, al terminar el juego y pagar, el recibo que nos dieron incluía un recuento, lanzamiento por lanzamiento, de lo que hizo cada jugador, con gráficos y estadísticas. Japón está lleno de ejemplos similares y tenemos años recopilándolos, si bien no hemos tenido el tiempo suficiente como para publicarlos a menudo. No obstante, una buena cantidad de ellos se encuentran en un sitio web que creamos especialmente para compartirlos llamado El Imperio del Sentido Común. Los invitamos a que lo visiten para que vean, acompañados de sus respectivas fotos, muchos ejemplos más de este tipo.

 

 

¡Buen provecho!

 

   Ninguna reseña nuestra acerca de Japón puede pasar por alto lo deliciosa que es la comida del país. Desde que llegamos no hemos parado de probar platos exquisitos, que si bien ya habíamos comido con anterioridad no por eso han perdido su excelente sabor. Les recomendamos, entre otras cosas, el "karaage", que es la versión japonesa del pollo frito; el "tonkatsu", que es un cerdo frito empanado tan suave que prácticamente se le derrite a uno en la boca; el curry japonés, que a diferencia del curry de otros países es dulce y muy adictivo; el "hamburger steak", que es una hamburguesa sin pan servida en una plancha caliente con papas y vegetales; y por supuesto, el pan japonés, que es siempre fresco y suave, incluso después de varios días. Las panaderías japonesas son una de las cosas más peligrosas que se pueden encontrar en Japón, porque son tan atractivas y poseen un aroma tan delicioso que resulta difícil pasar por una y no comprar algún tipo de pan dulce y comérselo en el camino.