El hecho de que el legendario Ichiro Suzuki no logró la unanimidad en su reciente exaltación al Salón de la Fama del béisbol japonés ha desatado una apasionada discusión entre medios y fanáticos de todas partes del mundo acerca de la razón por la cual no recibió el 100% de los votos.
Ichiro fue exaltado al Salón de la Fama japonés el jueves
Como ya lo comentamos en Twitter (X), ese punto nos parece intrascendente. Lo importante es que fue elegido y eso hay que celebrarlo, pero entendemos el deseo de los fanáticos de saber el porqué la decisión no fue unánime, así que intentaremos explicarla
Lo primero que hay que entender es que no existe una razón única de lo ocurrido. Lo más probable es que los 26 periodistas que al final decidieron no darle su voto lo hayan hecho por diversos motivos que no necesariamente son inválidos.
Uno de ellos, por ejemplo, es el hecho de que Ichiro sólo disputó 9 temporadas en la NPB y sólo fue titular por 7 de ellas y eso representa una carrera muy corta para un candidato al panteón de los inmortales nipón, si bien los números que registró en esos 7 años fueron extraordinarios.
Es perfectamente entendible, por lo tanto, que un periodista haya pensado que Ichiro merecía ser exaltado, pero no en su primer año de elegibilidad debido a que su carrera en Japón fue muy corta y por eso decidió posponer su voto para el futuro.
Otro problema importante es el hecho de que las reglas del Salón de la Fama japonés sólo permiten votar por 7 jugadores cada año, de manera que cada cronista debe planificar muy bien sus votos dependiendo de sus preferencias personales.
Es muy posible que uno o varios de ellos hayan calculado que Ichiro iba a ser elegido con toda seguridad, por lo que decidieron darle sus votos a otro candidato que también merece ser reconocido y que necesitaba más apoyo para lograrlo.
También hay que tomar en cuenta los prejuicios personales de cada periodista, que son muy diversos y al final pueden marcar la diferencia entre votar por un jugador o no, como ocurre también en el resto de los países del mundo.
No todos los periodistas japoneses apoyaron la mudanza de Ichiro a la MLB
Uno de ellos es el hecho de que en su momento los peloteros que decidieron abandonar la NPB para irse a las Grandes Ligas no fueron bien vistos por algunos de los cronistas nipones, por lo que es posible que alguno de ellos haya decidido darle la espalda a Ichiro en este momento por esa razón.
Así mismo, existen reporteros con fuertes personalidades que tienden a chocar con ciertos jugadores. A pesar de su famosa caballerosidad, Ichiro no es perfecto y tuvo sus desacuerdos con diversos periodistas locales durante su carrera en Japón.
Es muy posible que alguno de ellos haya decidido pasarle factura en este momento por una respuesta ruda o una aparente falta de respeto que sufrió hace 30 años en uno de los estadios de la NPB o durante una entrevista televisiva.
Hay incluso periodistas que tienen la costumbre de no votar por ningún candidato en su primer año de elegibilidad, ya que consideran que hay que darle prioridad a aquellos candidatos que tienen varios años esperando su turno para ser exaltados.
Los japoneses, así como los asiáticos en general, creen firmemente que la vida es sufrimiento y que si uno no sufre para lograr un objetivo, entonces uno no está viviendo. No votar por un candidato en su primer año de elegibilidad es, por lo tanto, ayudarlo a sufrir.
Quizás el mayor problema de todos es la falta de transparencia que existe en el proceso en Japón, ya que la votación se realiza de manera anónima, por lo que no es posible identificar a los 26 periodistas que decidieron no votar por Ichiro este año.
Si la votación fuese pública y todos los cronistas se viesen obligados a defender sus selecciones, el resultado final no cambiaría mucho, pero al menos tendríamos una idea más clara de la razón por la cual un jugador como Ichiro no recibió el 100% de los votos.
Ese mismo problema solía afectar el proceso de votación para el Salón de la Fama de Cooperstown, pero todo cambió en 2018, cuando se tomó la decisión de hacer públicas las boletas emitidas por los periodistas que cubren la MLB.
Ha habido caso de periodistas que envían sus boletas vacías
Eso no detuvo las controversias, pero sí ayudó a explicar mejor los resultados, como en el caso de un reportero que solía enviar su boleta completamente vacía sin explicar la razón.
Hablando de Cooperstown, los miembros de su promoción 2025 serán anunciados este martes 21 de enero y se espera que Ichiro no sólo sea exaltado en su primer año de elegibilidad, sino que además lo haga de manera unánime.
Sólo un pelotero ha logrado hasta ahora esa distinción: el panameño Mariano Rivera, quien en 2019 fue exaltado al Salón de la Fama de la MLB con el 100% de los votos. Si Ichiro logra emularlo mañana, se convertirá en apenas el segundo jugador en lograr esa hazaña.
Un año más tarde, en 2020, el famoso ex capitán de los Yanquis de Nueva York Derek Jeter estuvo a punto de reunir otra vez el 100% de los votos, pero un periodista decidió no respaldarlo, lo que desató la ira del resto de sus colegas norteamericanos.
Si Ichiro no es exaltado de manera unánime este martes, lo más probable es que se desate otra airada discusión acerca de la razón por la cual no recibió el 100% de los votos, pero como lo explicamos al principio, ese punto nos parece intrascendente.
Lo importante es que sea inmortalizado, no que lo haga de manera unánime. Lo importante es celebrar y honrar los increíbles logros de su larga carrera, que fue tan exitosa en Japón (9 temporadas) como en las mayores (19 temporadas) y culminó con 4.367 hits entre ambos circuitos.
Su primera temporada en las Grandes Ligas en 2001 es todavía una de las mejores en la historia del béisbol, luego de sumar 242 imparables, ganar los títulos de bateo (.350) y bases robadas (56) y ser nombrado Jugador Más Valioso y Novato del Año de la Liga Americana.
Ichiro estableció un nuevo récord de hits en 2004
Luego, en 2004, estableció el récord actual de más indiscutibles en una campaña con 262, cifra que le permitió romper la marca de 257 que George Sisler había establecido en 1920 y además ganar su segundo título de bateo con un registro de .372.
En sus primeros 10 años en las mayores, Ichiro sumó 10 temporadas consecutivas con al menos 200 hits, 10 Guantes de Oro en fila y 10 apariciones seguidas en el Juego de las Estrellas y por si eso fuera poco se retiró con un promedio de por vida de .311.
Haber logrado todo eso en una época en la que conectar 60 jonrones por año era algo común debido a la falta de controles antidopaje, resalta aún más los logros de un jugador físicamente diminuto que se pensó que nunca podría triunfar en la MLB.
No debemos dejar de mencionar tampoco su excelencia defensiva, que no sólo incluía un enorme alcance en los jardines sino sobre todo un espectacular brazo que en más de una ocasión dejó boquiabiertos tanto a los fanáticos, como los periodistas y los jugadores del equipo contrario.
Es por eso que insistimos en que poco importa que Ichiro logre ser exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown de manera unánime. Si lo logra, fantástico, pero si no, eso no le va a restar méritos al merecido reconocimiento que habrá conseguido.
Al final, lo importante es que ingrese al panteón de los inmortales del béisbol norteamericano y que todos celebremos con él su extraordinaria carrera, que tantos buenos recuerdos nos dejó a lo largo de sus años con Seattle, Nueva York y Miami.