Con el anuncio de la promoción 2025 del Salón de la Fama del béisbol japonés pautado para este jueves 16 de enero y la total seguridad de que el legendario Ichiro Suzuki formará parte de la misma, el momento no podría ser más propicio para recordar su increíble carrera en la NPB.
Ichiro conectó 210 en 130 juegos en la temporada 1994
Todo fanático del béisbol está probablemente familiarizado con sus extraordinarios logros en las Grandes Ligas, que incluyen el premio al Novato del Año y al Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2001, 10 Guantes de Oro y 10 campañas seguidas con al menos 200 hits, entre muchos otros logros.
Sin embargo, muy pocos conocen sus hazañas en Japón, donde a pesar de disputar sólo 9 temporadas logró reunir tantos títulos como los que sumó en la MLB, incluyendo 7 coronas de bateo y 7 Guantes de Oro consecutivos y 3 galardones al Jugador Más Valioso de la Liga del Pacífico, por sólo citar algunas.
En teoría, los periodistas japoneses deberían tomar en cuenta sólo sus números en Japón a la hora de evaluar su candidatura para el Salón de la Fama local, pero sin duda su actuación en las mayores tendrá un peso enorme en sus votos.
De cualquier forma, como ya lo acabamos de mencionar, su actuación en la NPB fue tan memorable que incluso si no se toman en cuenta sus logros en Norteamérica su exaltación al panteón de los inmortales de su país igual estaría asegurada, como lo veremos a continuación.
La historia de Ichiro en Japón comienza con su padre, Noboyuki Suzuki, que comenzó a enseñarle a jugar béisbol cuando tenía 3 años. A los 7, Ichiro ingresó por primera vez a un equipo infantil y poco después le pidió a su padre que le enseñara a jugar el deporte apropiadamente.
Éste aceptó, pero con la condición de que Ichiro se comprometiera a entrenar duro todos los días sin desviarse nunca del objetivo. Así, ambos comenzaron una intensa rutina diaria que se extendería a lo largo de todo el año y que no cambiaría sino hasta el momento de ingresar a la escuela secundaria.
El régimen diario de entrenamiento comenzaba alrededor de las 3:30 de la tarde y consistía de una intensa práctica de 3 horas y media que incluía pitcheo, bateo y defensa, seguida por una pausa para la cena y una visita a una jaula de bateo local, que normalmente duraba hasta las 11 de la noche.
Entre las cosas más importantes que Noboyuki le enseñó a su hijo durante ese período están el batear a la zurda a pesar de ser derecho -de manera de aumentar sus posibilidades de embasarse-, su extraordinario control con el bate y su increíble calma sobre el terreno, sin importar lo que ocurriese en el juego.
Ichiro bateó para .502 en sus 3 años de béisbol colegial
Con esa preparación tan completa, Ichiro se convirtió rápidamente en el mejor jugador de todos los equipos infantiles y colegiales en los que vio acción, a pesar de su modesta apariencia física, que incluso hoy no parece ser la de un atleta élite.
Cuando llegó el momento de entrar en la escuela secundaria, a Ichiro le tocó tomar una decisión crucial para su futuro. Sus notas eran tan buenas que le hubiesen permitido ingresar a la Universidad Todai, que es la más prestigiosa de Japón, pero eso lo hubiese obligado a dejar de jugar béisbol.
La otra opción, que fue la que tomó al final, era ingresar a una escuela deportiva especializada en béisbol, que no sólo le iba a permitir enfocarse en ese deporte sino también competir por la posibilidad de participar en el prestigioso Torneo Koshien, el más popular del país.
Así, Ichiro fue seleccionado por la escuela Aikodai Meiden Kokko de Nagoya, una de las más famosas del país y también una de las más consistentes a la hora de clasificar al Torneo Koshien, al que el joven talento logró asistir en un par de ocasiones.
En los 3 años que jugó con Meiden, Ichiro registró un inverosímil promedio ofensivo de .502, con 19 jonrones, 211 empujadas y 131 robos. Por si eso fuera poco, se ponchó sólo 10 veces en 536 turnos legales durante ese período e hizo contacto sólido con la pelota en el 97% de sus swings.
A pesar de esos números tan extraordinarios, tuvo que esperar hasta la cuarta ronda y última ronda del Draft 1991 de la NPB para ser seleccionado, debido a que todos los equipos de la liga tenían dudas acerca de su fortaleza física.
Al final, la Ola Azul de Orix (hoy Búfalos de Orix) lo escogió y le pagó un bono de 43 mil dólares, que fue muy inferior al que él había soñado con recibir. Sin embargo, con apenas 18 años se ganó la oportunidad de convertirse en profesional, que es lo que siempre quiso.
Ichiro debutó en la NPB en 1992
Pasó la mayor parte de sus 2 primeras campañas con Orix en el equipo menor porque su manager, Shozo Doi, era un firme creyente de que sólo el sufrimiento era capaz de endurecer el espíritu de los jugadores, por lo que se negó a darle el chance de tener éxito temprano.
Adicionalmente, no le gustaba el extraño swing del joven bateador y pensó que nunca podría tener éxito en el béisbol profesional utilizándolo, pero al final el que fracasó fue él mismo, luego de verse obligado a renunciar al club a finales de 1993 debido a los pobres resultados que arrojó desde el banquillo.
Su reemplazo, Akira Ogi, un espíritu rebelde que bebía fuertemente y respetaba muy pocas reglas, no perdió tiempo en promover a Ichiro al equipo y darle la titularidad como primer bate, lo que al final fue muy beneficioso no sólo para el pelotero sino también para él mismo.
Así, con la titularidad asegurada, Ichiro registró en 1994 una de las mejores temporadas individuales que se hayan visto en la historia de la NPB. Lideró la Liga del Pacífico en promedio, hits, dobles, anotadas, porcentaje de embasado y bases totales y llevó a su equipo a terminar segundo en la clasificación.
Por si eso fuera poco, se convirtió en el primer pelotero en superar la barrera de los 200 hits en una misma campaña en la historia del béisbol japonés y lo hizo en apenas 130 juegos, lo que representa una hazaña incluso mayor que los 262 hits que conectó en las Grandes Ligas en 2004 en 162 encuentros.
A partir de la temporada 1994, Ichiro sumó 7 títulos de bateo, 7 Guantes de Oro y 7 selecciones al Equipo Ideal del circuito de manera consecutiva, además de ganar 3 galardones al Jugador Más Valioso de la Liga del Pacífico y un título de la Serie de Japón en 1996.
Por si eso fuera poco, lideró el circuito 5 veces en porcentaje de embasado, 4 en anotadas, una en empujadas, una en robos y una en OPS, además de ganar el premio al Jugador Más Valioso del mes en 10 ocasiones distintas.
Sólo otro jugador en la historia del béisbol profesional japonés ha podido ganar 7 títulos de bateo en su carrera: el legendario Isao Harimoto, el único pelotero en superar la barrera de los 3.000 hits en la NPB. Sin embargo, éste no logró sumar esos 7 títulos de manera consecutiva como sí lo hizo Ichiro.
Ichiro hizo la transición a las Grandes Ligas en 2001
La única razón por la cual la racha de Ichiro en Japón se vio interrumpida es porque en la temporada 2001, a los 27 años de edad, hizo la transición a las Grandes Ligas, donde a partir de ese momento continuó ganando títulos de bateo, Guantes de Oro y galardones al Jugador Más Valioso.
Es por eso que afirmamos que incluso si los cronistas deportivos japoneses toman en cuenta sólo sus hazañas en la NPB, eso ya es suficiente para justificar su exaltación al Salón de la Fama del béisbol japonés, ya que en apenas 7 años como titular logró mucho más que otros peloteros que estuvieron activos por el doble de ese tiempo.
Por supuesto, no debemos obviar sus increíbles números en la MLB, donde logró sumar 3.089 hits a pesar de debutar con 27 años de edad, además de 10 Guantes de Oro, 10 participaciones en el Juego de las Estrellas, 10 temporadas consecutivas con al menos 200 hits, 2 títulos de bateo, uno de bases robas, un premio al Novato del Año y otro al Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
Esas hazañas no sólo le permitirán ingresar al Salón de la Fama del béisbol japonés este jueves 16 de enero sino también al Salón de la Fama de las Grandes Ligas, cuya promoción 2025 será anunciada el próximo martes 21 de enero.
Existe incluso la posibilidad de que sea exaltado al panteón de los inmortales de ambos circuitos de manera unánime, por lo que no cabe duda de que en las próximas 2 semanas Ichiro cosechará los merecidos frutos de haber dedicado toda su vida al béisbol.