Lun, 11 Nov 2024 00:14 AM

Los títulos de pitcheo de Martínez y Moinelo

   Los cubanos Raidel Martínez y Liván Moinelo ganaron esta semana los títulos de salvados de la Liga Central y de efectividad de la Liga del Pacífico, respectivamente, en lo que todavía es la recta final de la temporada regular 2024 de la NPB.

 

Martínez ganó en 2024 su 2do título de salvados en la NPB

 

   Martínez, que acaba de completar su sexta campaña con los Dragones de Chunichi, lideró su circuito con 43 rescates, lo que no sólo representa un nuevo récord para un lanzador latino sino también el cuarto total más alto en la historia del béisbol profesional nipón.

 

   El venezolano Robert Suárez había establecido la marca anterior de 42 en la campaña 2021, cuando lideró la Liga Central en ese departamento defendiendo los colores de los Tigres de Hanshin. Martínez y Suárez son ahora los únicos dos lanzadores caribeños en sumar al menos 40 salvados en un año en Japón.

 

   El rećord de rescates de la NPB pertenece al estadounidense Dennis Sarfate, quien en 2017 registró 54 salvados con los Halcones de SoftBank, destrozando por completo la marca anterior de 46 que compartían los japoneses Hitoki Iwase (Chunichi) y Kyuji Fujikawa (Hanshin).

 

   El legendario Kazuhiro Sasaki, quien disputó 4 exitosas temporadas en las Grandes Ligas con los Marineros de Seattle entre 2000 y 2003, acumuló el tercer total más alto de rescates de la NPB en 1998, cuando sumó 45 salvados con las Estrellas de Yokohama (hoy Estrellas de DeNA).

 

   El cuarto total más alto de la historia en esa categoría, 43, fue establecido originalmente por Iwase en 2007 e igualado luego por Sarfate en 2016. Martínez, por lo tanto, se convirtió este año en el tercer lanzador en alcanzar ese total en la historia del circuito.

 

   El derecho pinareño cosecha así su segundo título de salvados de la Liga Central en 3 años, luego de haberlo conquistado también en 2022 con 39 rescates. Curiosamente, en ambas oportunidades superó al joven derecho de los Carpas de Hiroshima Ryoji Kuribayashi.

 

   Martínez acaba de cumplir su séptimo año de contrato con Chunichi (debutó en la NPB con ese club en 2018) y se convertirá este invierno en el agente libre más codiciado de Japón, por lo que la pelea por firmarlo promete ser muy intensa.

 

   La única forma que tiene de irse a las Grandes Ligas es desertando de su país, pero todo parece indicar que no desea correr ese riesgo. Se siente a gusto en la NPB y lo más probable es que regrese a la liga con un gran contrato y un conjunto que le dé la oportunidad de pelear por un título.

 

Chunichi no gana el título de la Liga Central desde 2011

 

   Chunichi, a pesar de todo el apoyo que le ha brindado hasta ahora, no clasifica a la postemporada desde la campaña 2020 y no gana un título de liga desde 2011, que fue además la última vez que logró clasificar a la Serie de Japón, por lo que parece poco probable que decida quedarse en esa organización.

 

   Los Halcones de SoftBank prometen tirar la casa por la ventana para firmarlo y reforzar sus filas de cara al futuro. Ya le pagaron mil millones de yenes (9,1 millones de dólares) al mexicano Roberto Osuna y van a comenzar a pagarle lo mismo al cubano Liván Moinelo a partir del año que viene, por lo que no sería una sorpresa que le ofrezcan lo mismo por los siguientes 3 o 4 años.

 

   Esa cifra de mil millones de yenes por temporada representa el salario más alto jamás pagado en la historia del béisbol profesional japonés y Martínez no sólo tiene la oportunidad de igualarlo sino incluso de establecer una nueva marca en esa categoría.

 

   Y si por casualidad SoftBank no puede o no quiere ofrecerle un contrato, entonces serán los Gigantes de Yomiuri, los Tigres de Hanshin o cualquier otro conjunto que esté en buenas condiciones financieras el que tome la iniciativa de asegurar sus servicios.

 

   Pase lo que pase, el futuro luce muy prometedor para el talentoso derecho, que a base de mucho trabajo y esfuerzo ha logrado establecerse como el mejor cerrador de la NPB en la actualidad.

 

Moinelo se convirtió en el 1er latino en ganar un título de efectividad en la NPB

 

   En lo que respecta a Moinelo, que acaba de completar su octava campaña en el circuito nipón, el título de efectividad que acaba de ganar en la Liga del Pacífico es realmente impresionante, no sólo por ser histórico sino por haberlo logrado en su primer año como abridor.

 

   El zurdo pinareño debutó en la NPB con SoftBank en 2017 y hasta el año pasado se había establecido como uno de los mejores relevistas intermedios de Japón, con la capacidad incluso de trabajar como un cerrador muy efectivo cuando fuese necesario.

 

   No obstante, este año fue convertido a abridor con la esperanza de que pudiera ayudar a la organización en ese departamento, pero sin certeza alguna de que el experimento iba a tener éxito. Al final, el joven antillano superó todas las expectativas.

 

   En su primera apertura de la temporada, el 30 de marzo, lanzó completo, a pesar de cargar con la derrota tras permitir 2 carreras y 3 imparables en 8 entradas de labor. Luego, en sus 2 salidas siguientes, cosechó su primer triunfo y no concedió anotaciones en 14 episodios completos.

 

   Su buen rendimiento se mantuvo tan consistente que fue nombrado Lanzador Más Valioso de la Liga del Pacífico en el mes de junio tras registrar una marca de 3-0 y una efectividad de 0.67 en 4 aperturas, en las que además sumó 34 ponches.

 

   Poco después se apoderó del liderato de efectividad del circuito y no lo soltó hasta el final, cerrando el año con un impresionante registro de 1.88, que fue 29 puntos mejor que el de su más inmediato perseguidor, el joven zurdo de los Leones de Seibu Natsuki Takeuchi.

 

Miyagi estuvo cerca de arrebatarle el título de efectividad a Moinelo

 

   Su triunfo no fue nada fácil, por cierto. El zurdo de los Búfalos de Orix Hiroya Miyagi llegó a la jornada de ayer necesitando sólo 7 entradas y un tercio para calificar al título de efectividad y darle pelea al caribeño. Si permitía una carrera o menos hubiese podido superarlo, pero al final la lluvia se lo impidió.

 

   Lanzó 6 capítulos completos y permitió apenas una carrera antes de que el juego se diera por terminado en la apertura del séptimo inning. De haber realizado 6 outs más sin conceder otra anotación le hubiese robado el título a Moinelo.

 

   Afortunadamente para el cubano, eso no fue lo que ocurrió y ahora éste puede celebrar el hecho de haberse convertido en el primer latino en ganar un título de efectividad en la NPB y apenas el séptimo importado, luego de los estadounidenses Gene Bacque, Terry Bross, Nate Minchey y Kris Johnson y los taiwaneses Genji Kaku y Wei-Yin Chen.

 

   Moinelo firmó en marzo de este año una extensión de 4 campañas con el conjunto de Fukuoka que le pagará mil millones de yenes anuales (9,1 millones de dólares) a partir de 2025, por lo que su futuro en la NPB ya está asegurado.

 

   Esa cifra de mil millones de yenes anuales le permite igualar el salario más alto jamás pagado en la NPB, que recibió por primera vez este año el mexicano Roberto Osuna, quien es su compañero de equipo en SoftBank.

 

Santana perdió el título de bateo en el último juego de la campaña

 

   Lo único que lamentamos de este exitoso cierre de campaña es que el dominicano de las Golondrinas de Yakult Domingo Santana perdió el título de bateo de la Liga Central en el último juego de la campaña, que se disputó el sábado en Hiroshima.

 

   El caribeño llegó a ese encuentro con un promedio de .315, mientras que su más inmediato perseguidor, el estadounidense de las Estrellas de DeNA Tyler Austin, le seguía muy de cerca con una marca de .314. 

 

   Santana, debido a molestias físicas, no pudo ver acción y Austin conectó un imparable en su primer turno al bate, lo que elevó su promedio a .316 y lo puso en ventaja. Su manager lo sacó del juego inmediatamente y lo sentó al día siguiente para que asegurara el título y bateo y al final lo logró.

 

   El dominicano estuvo liderando el circuito en esa categoría casi desde el principio de la temporada, por lo que resulta muy doloroso que al final se haya quedado sin el premio, pero este tipo de cosas ocurren en el béisbol y no se pueden evitar. De cualquier forma, un segundo lugar en bateo es un logro tremendo y debe ser celebrado.