Mar, 23 Abr 2024 20:36 PM

Japón superó todas las expectativas en el Clásico 2017

 

   La selección japonesa de béisbol superó con creces todas las expectativas con las que había llegado al Clásico Mundial 2017 al clasificar por cuarta vez consecutiva a las semifinales del mismo y casi avanzar a la final por tercera ocasión en su historia.

 

   El pasado 6 de marzo, en esta misma columna, pronosticamos que El Equipo Samurai no pasaría de la segunda ronda debido a su deficiente cuerpo de lanzadores, pero afortunadamente eso no fue lo que ocurrió.

 

   Para sorpresa de muchos, el conjunto dirigido por Hiroki Kokubo barrió a todos sus rivales tanto en la primera como en la segunda ronda del campeonato, que es algo que nunca antes había logrado, ni siquiera cuando se coronó campeón en las ediciones de 2006 y 2009.

 

   Adicionalmente, se despidió del torneo con una sola derrota, que es otra cosa que no había podido conseguir hasta ahora. Incluso en su actuación más dominante, cuando capturó el título del Clásico 2009, su récord final del evento fue de 7-2.

 

   Debemos aclarar que su cuerpo de lanzadores, tal como lo habíamos advertido, dejó mucho que desear, sobre todo en lo que se refiere a su rotación de abridores.

 

   Tomoyuki Sugano, su as, sólo logró bajar su efectividad a 3.14 luego de su excepcional actuación en la semifinal del martes ante los Estados Unidos, en la que no permitió carreras limpias en 6 entradas completas. De no ser por eso, su efectividad final hubiese quedado por encima de 5.00.

 

   Ayumu Ishikawa, su segundo mejor abridor, registró la segunda peor efectividad del equipo (7.71) luego de conceder 6 anotaciones en 7 episodios, mientras que Takahiro Norimoto, quien en principio iba a comenzar el juego inaugural, terminó con la peor efectividad de la escuadra (9.82) tras permitir 4 carreras en 3 capítulos y 2 tercios.

 

   La gran sorpresa del conjunto la representó el derecho de 24 años Kodai Senga, quien luego de comenzar el torneo como relevista fue cambiado a abridor y terminó dejando una efectividad de 0.82 en 11 entradas completas.

 

   También debe destacarse la actuación del relevista Ryo Akiyoshi, quien blanqueó a sus rivales en 6 apariciones desde el bullpen, cosechó una victoria y dejó su efectividad en 0.00.

 

   La suerte jugó un papel crucial para que el conjunto llegase invicto a las semifinales. Su primer partido de la segunda ronda ante Holanda lo ganó de milagro en 11 entradas, luego de que los europeos perdieran la oportunidad de dejarlos sobre el terreno en el cierre del noveno capítulo.

 

   Su segundo enfrentamiento de esa fase ante Cuba también lo ganó a última hora luego de completar un rally de 3 carreras en el cierre del octavo episodio que rompió el empate que hasta ese momento había perdurado en el marcador. Si ambos resultados hubiesen terminado a favor de sus rivales, el combinado nipón jamás hubiese podido avanzar a semifinales.

 

   Lo mejor que mostró el equipo en el torneo, como también lo habíamos advertido, fue su ofensiva, que a menudo vino de atrás para ganar los partidos hasta que finalmente fue silenciada por el extraordinario pitcheo de la escuadra estadounidense.

 

   Su cuarto bate, Yoshitomo Tsutsugo, comandó el grupo con 3 cuadrangulares, 8 remolcadas y un promedio de .320. El inicialista Sho Nakata no se quedó atrás, al disparar también 3 vuelacercas y empujar 8 carreras, si bien su promedio quedó en un modesto .238.

 

   El antesalista Nobuhiro Matsuda bateó para .333, con un jonrón y 7 remolques, mientras que el receptor Seiji Kobayashi se convirtió en la gran revelación del conjunto al registrar un promedio de .450, con un estacazo y 6 carreras producidas como noveno bate.

 

   En total, 6 integrantes de la selección batearon .300 o más, otros 6 se fueron para la calle en al menos una ocasión y 6 más produjeron 4 o más carreras para contribuir a la causa del equipo.

 

   Así mismo, el conjunto vino de atrás para ganar en 2 de sus 6 victorias y en otra sólo se pudo llevar el triunfo en extra innings, por lo que sin duda su gran ofensiva marcó la diferencia en esta edición del torneo. Sin ella, hubiese caído eliminado en la segunda ronda.

 

   Otro dato importante que debe mencionarse es que Japón fue el conjunto que menos carreras le permitió a los Estados Unidos en todo el torneo.

 

   La poderosa escuadra norteamericana, incluso en los dos juegos en la que cayó derrotada, logró cruzar el plato al menos 3 veces ante su rival. En la semifinal ante Japón, sin embargo, sólo pudo anotar en 2 ocasiones y gracias a un par de errores defensivos nipones.

 

   La manera en la que el manager Kokubo manejó al conjunto generó un gran cantidad de críticas en Japón y lo más seguro es que éste abandone su cargo pronto, pero al menos en lo que se refiere a la actuación del equipo en el Clásico Mundial 2017 no puede negarse que tuvo éxito.

 

   Después de todo, como ya mencionamos al principio, el combinado nipón superó todas las expectativas que se tenían de él antes de que comenzara el torneo.

 

   El evento en sí fue sumamente exitoso. Rompió todos los récords de audiencia y ventas de productos anteriores y también superó, por primera vez en su historia, la barrera del millón de fanáticos que asistieron a ver los juegos en vivo.

 

   La final entre Estados Unidos y Puerto Rico tuvo una audiencia de 3,1 millones de televidentes en el territorio norteamericano, lo que representa una nueva marca para un juego del torneo y el segundo mejor total en la historia de MLB Network, no sólo en el campeonato sino en general.

 

   Esto es importantísimo, porque garantiza la continuación y crecimiento de un evento que hasta hace poco se pensó que podía desaparecer debido a la falta de interés del público local.

 

   Muchos de los encuentros, tanto en la primera ronda como en las posteriores, estuvieron cargados de drama y además fueron muy competitivos.

 

   Israel se convirtió en la gran sorpresa al clasificar invicto a la segunda fase y ganar 4 partidos en fila, antes de caer eliminado.

 

   Colombia, por su parte, demostró el gran progreso que ha tenido en los últimos años al ganar un juego en la primera ronda y luego perder ante los Estados Unidos y la República Dominicana en extra innings.

 

   No pudo avanzar a la siguiente ronda, pero la emoción vivida en cada uno de los 3 encuentros que disputó quedará viva hasta al menos la próxima edición del torneo y probablemente por muchos años más.

 

   Holanda confirmó que es una potencia del béisbol al llegar a las semifinales del torneo por segunda vez consecutiva y casi clasificar a la final por primera vez en su historia.

 

   Esto, sin contar que tuvo en sus filas al mejor slugger del torneo, Wladimir Balentien, quien registró un promedio de .615 (de 26-16), con 4 cuadrangulares, 10 anotadas y 12 empujadas en los 7 juegos en los que vio acción.

 

   Cuba, México y Venezuela tienen mucho que corregir para poder ser competitivos otra vez, pero considerando el talento que poseen no dudamos que lo lograrán en el futuro.

 

   La República Dominicana, si bien cayó eliminada en la segunda ronda, realizó un gran torneo y lo mismo hizo Puerto Rico, que llegó invicto a la final. No pudo ganar el título para sus fanáticos, pero su actuación fue sencillamente sensacional.

 

   Desde ya esperamos con ansias la llegada del Clásico de 2021, que promete traer incluso más emociones y sorpresas que las vividas en esta ocasión.