La Liga Japonesa de Béisbol Profesional (NPB, por sus siglas en inglés) impuso una nueva marca de asistencia en la temporada 2016 al atraer nada menos que 24.981.514 fanáticos a los estadios de los 12 conjuntos que la conforman.
Son varias las razones que han causado este incremento, pero antes de explicarlas comparemos primero esa cifra con los totales de asistencia de las Grandes Ligas para comprobar, como ya lo hemos explicado antes, que la NPB está en capacidad de tutearse con MLB en ese renglón.
Recordemos primero que en Japón los equipos sólo disputan 72 partidos como local, mientras que en la Gran Carpa son 81. Así mismo, el circuito norteamericano cuenta con 30 divisas, mientras que en su equivalente nipón sólo ven acción 12.
Es por esto que si comparamos el total de asistencia de MLB en 2016 (73.159.044) al de la NPB (24.981.514), la diferencia entre ambas ligas parece ser astronómica. Sin embargo, ese no es necesariamente el caso.
Si proyectamos el total japonés a un circuito de 30 equipos que juegan cada uno 81 encuentros en casa, entonces la asistencia de la NPB en 2016 se elevaría a 69.323.703, una cifra que está sorprendentemente cerca del registro de las mayores.
Tomemos en cuenta, por ejemplo, el caso de los Gigantes de Yomiuri, que atrajeron 3.004.146 fanáticos al Tokyo Dome esta campaña. Esa cifra, por sí sola, hubiese colocado al club en el octavo lugar de asistencia en la Gran Carpa, a pesar de haber disputado 9 partidos menos como local con respecto al resto de sus competidores.
Ahora, si proyectamos esa cifra a un calendario de 81 juegos en casa, entonces el total hubiese sido 3.379.622, un registro que lo hubiese colocado en el cuarto lugar en MLB. Incluso si dejamos a un lado el monto total y sólo tomamos en cuenta el promedio de asistencia por encuentro, el resultado hubiese sido el mismo.
El promedio de asistencia por partido de Yomiuri en 2016 fue de 41.724, una marca que lo hubiese dejado por detrás de los Azulejos de Toronto (41.880, 3ero en MLB) pero por delante de los Gigantes de San Francisco (41.546, 4to en MLB).
Así mismo, la mitad de los conjuntos de la NPB registraron una asistencia lo suficientemente alta como para meterse entre los primeros 21 puestos de las mayores en ese departamento.
Por si eso fuera poco, el club con el récord de asistencia más bajo en Japón (Marinos de Lotte, con 1.526.932) fue capaz de superar a 2 divisas de MLB: los Atléticos de Oakland (1.521.506) y los Rayos de Tampa Bay (1.286, 163), a pesar de haber disputado 9 partidos menos en casa.
Esto sin duda comprueba que la NPB está en capacidad de competir de tú a tú con las Grandes Ligas en términos de asistencia y según la tendencia que estamos viendo en este momento las cosas no prometen sino mejorar en el futuro en ese circuito.
Son varias las causas que han llevado a los fanáticos a acudir en masa a los estadios de sus equipos esta temporada y no tienen nada que ver con una mejora de la economía, que más bien se mantiene estancada, sino de los clubes como tal, en todos los sentidos.
Los Carpas de Hiroshima, por ejemplo, ganaron este año su primer título de la Liga Central en 25 años y eso sin duda motivó a sus seguidores esforzarse para ver sus juegos en vivo, tanto en Hiroshima como en el resto de los parques japoneses.
Si a eso agregamos el hecho de que el Estadio Mazda de Hiroshima (sede del equipo) es el más nuevo (fue inaugurado en 2009) y uno de los más cómodos y entretenidos de Japón, entonces no resulta sorprendente que esa franquicia haya establecido este año un nuevo récord de asistencia con 2.157.331 fanáticos.
Otro caso muy importante es el de las Estrellas de DeNA, un conjunto que había terminado en el foso de la clasificación en 6 de las últimas 8 temporadas y penúltimo en las otras dos, que este año clasificó por primera vez en su historia a la postemporada de la Liga Central.
Dirigido por el manager venezolano Alex Ramírez, que es una de las figuras más populares del béisbol japonés, el club incrementó su asistencia en nada menos que un 5,4 por ciento para totalizar 1.939.146 espectadores este año e imponer un nuevo récord para la franquicia.
El ejemplo de las Águilas de Rakuten resulta más curioso aún, ya que si bien el equipo ascendió del último lugar de la tabla al penúltimo, su principal atractivo no fue su rendimiento deportivo sino la gran cantidad de mejoras y remodelaciones que le hizo este año a su sede, el Estadio Kobo de Sendai.
El remplazo de la grama artificial por grama natural, la creación de una inmensa tienda de artículos del equipo a las afueras del edificio y la construcción de un pequeño parque de atracciones detrás de las gradas del jardín izquierdo, entre muchas otras cosas, sin duda convirtieron al estadio en el más interesante y atractivo de visitar en Japón esta temporada.
Como resultado, un total de 1.620.961 fanáticos pagaron sus entradas para ingresar al mismo, lo que se traduce en un incremento del 4,9 por ciento en comparación a 2015 y en un nuevo récord de asistencia para el club.
Los Luchadores de Nippon Ham no sólo ganaron su primer título de la Liga del Pacífico en 4 años y su quinto en los últimos 11, sino que además superaron por primera vez en su historia la barrera de los 2 millones de fanáticos al totalizar 2.078.981 esta campaña.
Una gran razón de ello fue la increíble actuación que tuvo la principal estrella del equipo, Shohei Otani, un joven de 22 años cuya recta llega a las 102 millas por hora que registró una marca de 10-4, con 174 ponches y una efectividad de 1.86 en 21 aperturas este año y que además sonó 22 jonrones, remolcó 67 carreras y bateó para .322 en 104 partidos como bateador designado.
Un estudio realizado por nuestro colega de la agencia de noticias Kyodo Jim Allen afirma que Otani atrajo un promedio de 5.000 fanáticos extra al estadio en cada una de sus aperturas, cifra que supera por un buen margen a los aproximadamente 1.200 espectadores extra que atraía Yu Darvish cuando jugaba para el club.
Incluso los Leones de Seibu (1.618.194, +0,8%) y los Búfalos de Orix (1.794.475, +1,5%) establecieron nuevas marcas de asistencia esta campaña, a pesar de quedar en el cuarto y el último puesto, respectivamente, de la clasificación de la Liga del Pacífico.
Sin embargo, sus constantes y entretenidas promociones, que incluyen uniformes alternativos muy originales y dos de los grupos de cheerleaders más atractivos de Japón, convencieron a los fanáticos de asistir a sus estadios.
Cuatro de los seis conjuntos de la Liga Central (Yomiuri, Hiroshima, Tigres de Hanshin y Dragones de Chunichi) superaron los 2 millones de espectadores en 2016 y tanto la Liga Central (+2,5%) como la Liga del Pacífico (+3,8%) impusieron nuevas marcas de asistencia al atraer 13.848.988 y 11.132.526 fanáticos, respectivamente, a sus estadios.
Paradójicamente, los dos incrementos más altos fueron los de dos clubes que no tuvieron los mejores resultados deportivos esta campaña pero sí llenaron de esperarzas a sus seguidores con sus respectivas actuaciones: los Marinos de Lotte y las Golondrinas de Yakult.
Lotte totalizó 1.526.932 espectadores este año, un aumento de nada menos que el 13,9 por ciento con respecto a la temporada 2015, mientras que Yakult atrajo a 1.779.460 fanáticos a su estadio, lo que se traduce en un incremento del 8,9 por ciento en comparación al año pasado.
El futuro no podría lucir más sólido y prometedor para la NPB en lo que asistencia se refiere, un área en la que, insistimos, cada vez está más cerca de igualar a las Grandes Ligas.
