Amador lideró la NPB en el mes de julio con 11 jonrones
El pasado jueves 9 de agosto amanecimos con la peor noticia que nos hubiésemos podido imaginar: el mexicano Japhet Amador, que acababa de completar un espectacular mes de julio, fue suspendido 6 meses por la NPB por fallar una prueba antidopaje.
Una muestra de orina recolectada el 13 de junio dio positivo por clortalidona y furosemida, dos diuréticos prohibidos por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) debido a que podrían utilizarse para esconder la presencia de sustancias que mejoran el rendimiento deportivo.
El resultado de la muestra fue conocido el 23 de junio, pero la liga se reunió primero con el jugador para darle la oportunidad de defenderse antes de tomar una decisión con respecto a la sanción que le iba a imponer.
Éste explicó que no sabe cómo esas sustancias entraron a su cuerpo, pero al mismo tiempo no disputó el resultado, por lo que al final el circuito decidió otorgarle la segunda sanción más severa en la historia del dopaje en el béisbol japonés.
El toletero azteca, consciente de la gravedad del asunto y de que no sólo su nombre sino también su carrera profesional están en peligro, apeló ese mismo día a Twitter para ofrecer su versión de los hechos.
“Hola, buenos días a México. Sé la situación en la que estoy y de verdad me siento muy apenado por lo sucedido. Haremos una apelación y esperaremos por los resultados. No me justifico por lo que pasó y le pido una gran disculpa a la afición mexicana”, comentó a través de la popular red social.
“Hay dos motivos que pudieron ser responsables por los resultados positivos: una sustancia que me dieron para el gimnasio en Japón y el otro un spray para la barba. Nunca en mi carrera he hecho trampa con sustancias y me han hecho inmensidad de pruebas antidopaje y jamás di positivo. Ahora me salió una sustancia que no es droga, ni esteroides anabólicos, ni nada de esas cosas”, continuó.
“Quiero aclarar eso y pues limpiar mi carrera un poco. Yo sé que mucha gente me tachará y no digo que eso esté mal. De corazón, le pido disculpas a la afición que cree en mí y que ha seguido mi carrera. Gracias y bendiciones a los que me apoyan, y a los que no, saludos. Más adelante les daré más noticias de la investigación y si soy culpable, estaré anunciando mi retiro de los terrenos de juego porque creo que los rayé a todos con un error del que nunca me percaté. Saludos a todos”, concluyó.
Antes que nada, debemos reconocer el gran atino de Amador al explicar públicamente y de manera inmediata lo ocurrido. Otros deportistas que han pasado por una situación similar y no se han defendido o han esperado mucho antes de hacerlo, no han hecho sino aumentar las sospechas acerca de su culpabilidad.
La explicación que ofreció es coherente y si bien no lo libera de culpabilidad, sí da muestras de responsabilidad, seriedad y profesionalismo, en especial después de prometer retirarse del béisbol si llega probarse que se dopó con la intención de sacarle ventaja a sus rivales.
La sustancia que le dieron para el gimnasio y el spray que usó para la barba probablemente son los responsables del positivo y sería bueno conocer más detalles al respecto porque dependiendo de quién se los dio el panorama de la situación podría cambiar mucho.
Si recibió ambas cosas del equipo, entonces éste sería el responsable de lo ocurrido y no él, por lo que la sanción debería recaer sobre la franquicia y no sobre el jugador, ya que en ese caso el último sólo habría estado cumpliendo las órdenes del primero.
Ahora, si por el contrario las recibió de un tercero o las adquirió él mismo, entonces toda la responsabilidad sí sería suya por no haber tenido cuidado con lo que estaba consumiendo, ya que al fin y al cabo él es el único responsable de eso.
La nota favorable dentro de todo esto es que dio positivo por diuréticos y no por esteroides u hormonas de crecimiento humano. Esa es la razón por la cual recibió una sanción de 6 meses, la mayor parte de la cual transcurrirá durante el descanso invernal, y no de un año o más.
El venezolano Luis González y el español Daniel Ríos dieron positivo por esteroides anabólicos en 2008 y la NPB los suspendió a ambos por un año. Sin embargo, debido a lo vergonzoso del asunto sus equipos los despidieron de inmediato, por lo que esa suspensión de un año se convirtió en efecto en un veto de por vida del béisbol japonés.
Las Águilas de Rakuten, el club para el que juega Amador, ha estado apoyando al mexicano en todo momento y ni siquiera ha amenazado con despedirlo, lo que representa una buena señal para su futuro en la liga.
La gerencia lo está ayudando a apelar la suspensión y está realizando su propia investigación para tratar de encontrar el origen del problema. Siempre y cuando el resultado de la misma no lo incrimine, éste continuará vistiendo su camiseta el año que viene.
Cuando se dio a conocer la noticia el jueves, varios fanáticos se apresuraron a decir que el gran mes de julio del azteca fue el resultado de su dopaje, pero todo aquel que se haya detenido a leer los detalles de su caso se habrá dado cuenta de que eso no es cierto.
Muchos personas son muy intransigentes con el dopaje deportivo y tienden a pintar con la misma brocha a todos los atletas que dan positivo en sus pruebas, sin importar que haya sido por esteroides anabólicos o diuréticos.
Si bien estamos de acuerdo con aquellos que sostienen que los tramposos no tienen cabida en el deporte profesional, al mismo tiempo consideramos que no todos los casos son iguales y que, por lo tanto, no todas las sanciones deben tener la misma severidad.
Hay que saber también colocarse en los zapatos de esos jugadores e imaginarse lo terrible que deber ser la sensación de ser acusado de algo de lo que uno se cree o se sabe inocente. Un error lo puede cometer cualquiera y no por ello los atletas involucrados deben estar destinados a perder sus carreras.
El caso de Hirokazu Ibata, el primer y único jugador japonés que ha dado positivo hasta ahora en una prueba antidopaje en la NPB, representa un perfecto ejemplo de ello. En la campaña 2011, el veterano camarero dio positivo por 3 sustancias que no lo ayudaban en lo absoluto a mejorar su rendimiento.
Todas ellas estaban incluidas en una medicina que tomaba regularmente para sus ojos y que la liga ya estaba al tanto que él utilizaba. Sin embargo, como a su equipo se le olvidó perdir el permiso correspondiente para que éste la utilizase, entonces su positivo fue hecho público.
En otras palabras, el dopaje permitido existe. Con toda seguridad, Ibata no es el único deportista profesional que debe tomar medicamentos para mantener su salud que contienen sustancias prohibidas por la WADA. Siempre y cuando uno advierta a la liga respectiva del asunto y reciba el permiso de la misma, uno puede “doparse” sin problemas.
Un caso más similar al del mexicano fue el del lanzador norteamericano Rick Guttormson, quien en la campaña 2007 se convirtió en el primer jugador en dar positivo en una prueba antidopaje en la NPB.
Tal como Amador, éste dio positivo por un diurético y de inmediato descubrió que la sustancia provino de un tónico que se estaba tomando para el cabello, por lo que la liga lo suspendió por sólo 20 juegos, tras los cuales pudo continuar su carrera en Japón sin problemas.
Un periodista del diario Yukan Fuji se apresuró a culpar a los jugadores extranjeros del problema, alegando que casi todos los que han dado positivo en pruebas antidopaje en la NPB han sido foráneos y que por lo tanto los equipos deberían ser más estrictos con ellos.
El japonés Kei Saito también dio positivo por un diurético en las olimpiada de invierno 2018
A ese periodistica como que se le olvidó que en febrero de este mismo año un patinador de velocidad japonés llamado Kei Saito fue expulsado de los juegos olímpicos de invierno por dar positivo también por un diurético.
Tanto el atleta como sus entrenadores se apresuraron a explicar que desconocen la razón por la cual éste dio positivo, ya que siempre ha cuidado muy bien su dieta y no estaba tomando ningún medicamento que incluyese esa sustancia, que además no se puede conseguir en Japón sin una prescripción médica.
Es cierto que los diuréticos no entran solos en el cuerpo humano, pero también lo es que hay varias razones válidas para que lo hagan y que no tienen nada que ver con tratar de mejorar el rendimiento deportivo sino, por lo general, con el consumo de distintas medicinas por motivos de salud.
Es muy posible que todos aquellos que consumimos medicinas regularmente para tratar diversos problemas de salud tengamos, como consecuencia, distintos tipos de diuréticos en nuestro organismo.
En resumen, no podemos apresurarnos a crucificar a Amador por haberse metido en un problema que quizás no fue su culpa, y que incluso si lo fue, eso no le amerita necesariamente la pena de muerte.
Debemos darle el beneficio de la duda y esperar a conocer los resultados de la investigación que se está llevando a cabo. Si se demuestra su inocencia, o su culpabilidad limitada, que cumpla entonces la penalidad correspondiente y que siga adelante con su carrera.
Si, por el contrario, se demuestra que es culpable y que se dopó con la intención específica de sacarle ventaja a sus rivales, entonces sí le podremos solicitar que haga buena su promesa de retirarse de los terrenos de juego.
