El fenómeno japonés Shohei Otani declaró este sábado en una rueda de prensa celebrada en Tokio que su intención al irse a las Grandes Ligas este invierno no es otra que convertirse en el mejor jugador de béisbol del mundo.
“Todavía me faltan muchas cosas [por aprender], por lo que quiero irme a un ambiente en el que pueda mejorar”, explicó el pelotero de 23 años ante la multitud de reporteros que se congregaron en el Centro Nacional de Prensa para escuchar sus palabras.
En relación a su posible deseo de lanzar y batear en las mayores tal como lo ha hecho hasta ahora en Japón, sus comentarios no han podido ser más sobrios. “No sé si me darán el chance de hacerlo, por lo que antes que nada tengo que escuchar lo que me ofrezcan [los clubes de MLB]”.
“Lo mismo me ocurrió cuando firmé con los Luchadores [de Nippon Ham]. Uno no puede pretender hacer algo como eso (lanzar y batear) si no está en las circunstancias correctas. No se trata sólo de lo que yo quiera hacer”, añadió.
Quizás la frase más importante que dijo durante el encuentro fue la siguiente: “espero que pueda ir a un equipo que esté de acuerdo con mi forma de pensar”.
Los medios norteamericanos han publicado hasta ahora una infinidad de artículos relacionados a la gran cantidad de dinero que Otani está perdiendo por irse a las mayores antes de cumplir los 25 años y también a cuáles son los equipos que pueden ofrecerle más dinero bajo las condiciones actuales.
Muy pocos analistas parecen entender que su motivación no es, ni nunca ha sido, el dinero, sino más bien la posibilidad de hacer algo innovador, como ser abridor y bateador designado al mismo tiempo.
Tal como lo explicó durante la rueda de prensa de hoy, su deseo es mejorar hasta convertirse en el pelotero número uno del mundo, pero al mismo tiempo no está solicitando nada específico, sino que está abierto a las propuestas que le hagan los clubes de las mayores.
Debido a las limitaciones monetarias para la firma de jugadores internacionales que establece el nuevo convenio laboral de MLB con su Asociación de Peloteros, los 30 clubes de ese circuito tienen a su alcance los servicios del fenómeno japonés.
Ahora sólo falta saber cuál de ellos tiene la madurez suficiente como para sentarse a hablar con él y establecer un plan de trabajo que sea beneficioso para ambas partes.
