Una vez conocidos los 28 integrantes de la selección japonesa que participará en el venidero Clásico Mundial del Béisbol, el momento no podría ser más propicio para hablar de la posible alineación que presentará el manager Hiroki Kokubo durante el torneo.
Este experimento ya lo hicimos en nuestra columna del pasado 5 de septiembre, pero muchos de los peloteros que tomamos en cuenta en aquella ocasión no están disponibles en este momento, por lo que ahora resulta necesario repetirlo.
Lo ideal hubiese sido que el Equipo Samurai contase con todos sus grandeligas para el evento, pero lamentablemente sólo uno de ellos, Norichika Aoki, podrá participar en el mismo debido a diversas razones.
Eso representa un duro golpe a las aspiraciones del conjunto de volver a coronarse campeón, porque una rotación de abridores sin Masahiro Tanaka, Yu Darvish, Hisashi Iwakuma ni Kenta Maeda nunca tendrá el mismo nivel que si cualquiera de ellos estuviese incluido.
Adicionalmente, otros jugadores japoneses muy importantes, como los jardineros Yuki Yanagita y Yoshio Itoi, serán bajas por lesión, por lo que tampoco podrán ser incluidos en nuestra alineación tentativa para el torneo.
Esas dos ausencias, sin embargo, no afectarán tanto al equipo ya que, afortunadamente, éste cuenta con muchos bateadores de calidad. La presencia de ambos hubiese elevado su ofensiva a un nivel incluso mayor, pero la diferencia no es tan grande como en el caso de los abridores.
Dicho todo esto y conociendo ya los peloteros que están disponibles, procederemos entonces a presentarles la alineación que, en nuestra opinión, el combinado nipón podría utilizar durante el campeonato.
Hablaremos primero de la parte defensiva, porque eso nos permitirá determinar más fácilmente a los 9 jugadores que serán titulares. Una vez conocidos los mismos, les otorgaremos entonces su respectivo orden de bateo.
El manager Kokubo seleccionó a 6 infielders, Nobuhiro Matsuda, Hayato Sakamoto, Kosuke Tanaka, Tetsuto Yamada, Ryosuke Kikuchi y Sho Nakata, y resulta muy sencillo saber cuáles serán los 4 titulares.
Matsuda defenderá la tercera base, Sakamoto el campo corto, Yamada la segunda y Nakata la primera, por lo que éstos son los primeros cuatro titulares del equipo.
La única duda que existía era si debía dársele la segunda base a Yamada o Kikuchi. El último es el mejor defensa de todo Japón y además puede correr rápido y batear para promedio, pero el primero es uno de los bateadores más poderosos del país y no sólo es capaz de registrar un promedio muy alto sino también de defender muy bien su posición.
En lo que respecta a los jardines, otros 6 peloteros fueron escogidos para ocupar los 3 puestos disponibles: Seiichi Uchikawa, Norichika Aoki, Ryosuke Hirata, Yoshitomo Tsutsugo, Seiya Suzuki y Shogo Akiyama.
En este caso, también resulta sencillo saber quiénes serán los 3 titulares: Aoki, Tsutsugo y Akiyama. Si Aoki no hubiese estado presente, lo más probable es que Uchikawa hubiese ocupado su puesto, pero como sí lo está, la preferencia está del lado del grandeliga.
Sin embargo, esto no quiere decir que Uchikawa, veterano de los dos últimos clásicos, esté destinado a quedarse la banca. Lo más probable es que sea utilizado como el bateador designado titular del equipo debido a su experiencia, poder ocasional y gran capacidad de contacto.
Tres receptores competirán por el único puesto disponible en esa posición, Seiji Kobayashi, Shota Ono y Motohiro Shima, y en este departamento también resulta muy sencillo saber cuál de ellos será el escogido.
Shima es el mejor bateador de todos y Kobayashi cuenta con el mejor brazo, pero Ono es el que mejor sabe manejar a los lanzadores y conducir el juego desde detrás del plato, por lo que al final debería ser sin duda el titular.
Finalmente, queda por seleccionar al lanzador abridor. Debido a la ausencia de los grandeligas que mencionamos anteriormente, su escogencia resulta muy sencilla: Shohei Otani. El derecho de 22 años no sólo es uno de los mejores bateadores del equipo sino también su mejor abridor. No sólo por su recta de casi 103 millas por hora, sino también por su control y por los buenos lanzamientos secundarios con los que cuenta.
Conocidos los titulares de todas las áreas del campo, les presentamos entonces la alineación que consideramos ideal para el equipo en el torneo.
1. Akiyama (zurdo), CF
2. Sakamoto (derecho), SS
3. Yamada (derecho), 2B
4. Tsutsugo (zurdo), LF
5. Nakata (derecho), 1B
6. Matsuda (derecho), 3B
7. Aoki (zurdo), RF
8. Uchikawa (derecho), DH
9. Ono (derecho), C
P. Otani (derecho)
Akiyama y Sakamoto brindan promedio y velocidad al principio de la alineación. Yamada, Tsutsugo, Nakata y Matsuda ofrecen poder en el medio de la misma. Aoki aporta promedio y versatilidad, Uchikawa promedio y poder ocasional y Ono un contacto decente. Así mismo, esta lista presenta también un buen balance entre bateadores zurdos y derechos.
El as debajo de la manga con el que cuenta el manager Kokubo es que puede utilizar a Otani como bateador designado en lugar de Uchikawa en los días en los que éste no lance, aunque es probable que eso no ocurra debido al alto riesgo de lesión que eso implicaría. No obstante, la opción estará disponible en caso de emergencia.
El cuerpo de lanzadores, como ya lo dejamos entrever al principio, representa la mayor debilidad de la escuadra nipona para este torneo. La ausencia de los grandeligas deja la rotación de abridores en manos de Otani, Tomoyuki Sugano, Ayumu Ishikawa, Takahiro Norimoto, Shintaro Fujinami y Kodai Senga y ese es un grupo muy bueno, pero no extraordinario.
Otani y Sugano son ases, pero los otros cuatro, a pesar de tener mucho talento, todavía no alcanzan ese nivel. Ishikawa y Senga registraron buenos números en 2016, pero Fujinami y Norimoto dejaron mucho que desear.
El grupo de relevistas también cuenta con muy buen talento, pero al mismo tiempo ninguno de ellos ofrece las garantías que sí ofrecerían los grandeligas Koji Uehara y Junichi Tazawa. Además, no está para nada claro quién será el cerrador ni mucho menos los hombres que protegerán la ventaja hasta que éste entre a lanzar en el noveno episodio.
Japón se coronó campeón de las dos primeras ediciones del Clásico gracias al gran balance de bateo y pitcheo que presentó en esas dos ocasiones y también a un poco de suerte, sobre todo en el torneo inaugural. Sin embargo, en 2013 pasó mucho trabajo para llegar a las semifinales debido a las inconsistencias tanto de su pitcheo como de su bateo.
En esta ocasión, su cuerpo de lanzadores vuelve a presentar muchas incógnitas, pero al menos su bateo luce mucho más sólido que en aquella ocasión y promete convertirse en la gran sorpresa del evento.
¿Le bastará eso para coronarse campeón del torneo por tercera vez en su historia? Pronto lo averiguaremos.
