Cruz: “ha sido difícil adaptarme al béisbol japonés”

   Chiba, Japón. Especial – El mexicano Luis Cruz había estado recibiendo ofertas para venirse a Japón desde 2012, pero su exitoso ascenso a las Grandes Ligas en ese momento lo llevó a olvidarse de la idea trasladar su carrera al hemisferio oriental.

 

   Sin embargo, problemas familiares y una lesión de gravedad lo devolvieron a triple A y a seguir recibiendo ofertas que no le garantizaban un puesto en las mayores, por lo que decidió apostar por el béisbol japonés para demostrar su verdadero talento.

 

   El choque cultural lo ha castigado con mayor fuerza que a cualquier otro latino que haya debutado en la liga este año, pero a pesar de todo su perseverancia lo ha llevado a jugar a menudo y a registrar números bastante decentes.

 

   Así no los explicó recientemente el nuevo campo corto de los Marinos de Lotte, que durante una práctica previa a un juego de su equipo en el QVC Marine Field de Chiba tuvo la amabilidad de concedernos una entrevista exclusiva.

 

Antes que nada, cuéntanos cómo viniste a parar al béisbol japonés.

   Yo había estado recibiendo ofertas para venirne desde 2012 cuando estaba en triple A con los Dodgers de Los Ángeles. En ese momento incluso pensé en venirme, pero entonces me subieron a Grandes Ligas y tuve la mejor temporada de mi carrera, así que dejé de pensar en el asunto. Sin embargo, el año 2013 fue muy difícil para mí, porque mi papá estaba enfermo y en ese momento mi mente no estaba en jugar pelota. Debido a eso descuidé mi trabajo y el equipo terminó dejándome en libertad. Luego surgió repentinamente una oferta para jugar con los Yanquis de Nueva York y me pusieron de titular de inmediato. Mi rendimiento estuvo más o menos, pero me mantuvieron jugando todos los días y eso me hizo sentir bien. Desafortunadamente, después de un mes me lesioné seriamente la rodilla y perdí el resto de la temporada. En noviembre todavía no estaba al cien por ciento, pero decidí empezar a jugar en la liga invernal mexicana para prepararme para futuras ofertas. Me llegaron muchas de las Grandes Ligas, pero todas me ofrecían sólo contratos de triple A. Entonces fue que salió la oferta para venirme a Japón. Yo no sabía si aceptarla porque venirme para acá significaba ya no volver a los Estados Unidos. Lo platiqué con mi familia y a mi papá no le gustó la idea de que me viniera, pero sé que de haberme quedado hubiese sido el tipo de pelotero que juega un mes y después lo bajan, y luego juega otro mes y lo vuelven a bajar. Yo ya jugué 9 años en ligas menores y he demostrado que puedo jugar bien, así que decidí tomar esta oportunidad para ver si puedo hacer mi carrera aquí en Japón. Si no lo logro, pues al menos podré jugar uno o dos años aquí y volver a triple A con la tranquilidad de saber que ya vi otro tipo de béisbol, conocí a otro tipo de gente y tuve una experiencia distinta.

 

¿Qué tal ha sido hasta ahora la experiencia de jugar en Japón?

   Ha sido buena, pero muy diferente. La forma de jugar pelota es muy diferente, aquí se hacen toques de sacrificio en el primer inning, incluso con hombres en primera y segunda. Eso me ha pegado mucho porque yo estoy acostumbrado al béisbol de allá, porque toda mi carrera la jugué allá. Hay posiciones defensivas que todavía no entiendo, porque a veces cuando estoy en el campo corto me piden que me coloque más hacia el medio a pesar de que el bateador es un derecho que acostumbra a halar la pelota. Todos esos pequeños detalles me confunden, pero bueno, los voy aprendiendo poco a poco, aunque ha sido difícil, no te voy a mentir. A veces paso un par de juegos sin dar hit y me sientan, a pesar de que en otro juego pegué cuatro hits. En fin, esas son las consideraciones del manager y no me queda otra cosa que aguantar, porque ya estoy aquí.

 

¿Qué tal te han recibido tus compañeros de equipo y los fanáticos en general?

   Bien, me han tratado bien, pero he tenido que batallar para hacerles saber que yo no voy a aprender a jugar el béisbol de ellos de la noche a la mañana. Claro que quiero aprender y seguir aprendiendo para mejorar, pero no de una manera en que, bueno ya, tú me dijiste que lo haga así y yo lo hago y listo. Si yo he jugado 14 años de una forma, no me puedo cambiar a otra tan rápido. Pero mis compañeros todos han estado ahí conmigo. Es chistoso, porque yo jugué con los Yanquis por un mes, pero ellos han de creer que yo estuve con ellos como por 12 años porque todos me vienen a preguntar cómo me la llevaba con [Derek] Jeter y cómo es él en general, pero yo apenas lo ví como por 2 semanas. Mi mejor temporada fue con los Dodgers, pero para ellos decir los Yanquis es como decir lo máximo.

 

Tienes la suerte de tener un compañero latino en el club, el dominicano Carlos Rosa, con el que puedes hablar en español. ¿Qué consejos te ha dado para adaptarte mejor?

   Lo que más me ha dicho es que todo aquí es mental, porque lo físico uno lo hace. Aquí los entrenamientos son un poco más duros que allá, pero uno se acostumbra. Ahora, lo mental es lo más difícil, porque hay veces que jugamos en otra ciudad y no hay tren en la noche y entonces tenemos que viajar a las 6:00 de la mañana para llegar aquí a las 12:00. Apenas una hora después ya tenemos que estar en el estadio para prepararnos para el juego de ese día, luego tenenos que jugarlo y al día siguiente tenemos que volver a levantarnos temprano porque el juego es en la tarde y durante todo ese tiempo uno tiene que poner cara de que está contento.

 

Este año el equipo tiene un novato, Seiya Inoue, que debido a la gran pretemporada que tuvo lo pusieron como cuarto bate titular apenas comenzó la campaña. ¿Qué impresión te ha dado?

   Él es un muy buen muchacho. Es tímido, pero es muy serio en su trabajo y tiene muy buenas cualidades como pelotero. Lo que pasa es que lo tiraron al fuego de inmediato y creo que eso fue demasiado para él. Yo entiendo que él tuvo una tremenda pretemporada, le fue muy bien, pero tampoco lo puedes tirar al fuego de esa manera.

 

Este equipo también tiene al ex grandeliga Tadahito Iguchi, quien representa uno de esos raros jugadores que después de regresar de los Estados Unidos ha podido hacer una buena carrera en Japón. ¿Qué piensas de él?

   Me parece que es tremendo bateador, tiene una muy buena disciplina sobre el plato. Es muy callado, casi no habla con nadie. Yo siempre trato de hablar con todos mis compañeros y hacerles preguntas. El que más me ha ayudado es Saburo [Omura]. Desde que llegué empezamos a hablar y me ha dado muchos consejos. A mí siempre me gusta hablar con los veteranos, porque ellos son los que tienen más experiencia en esta liga. En general todos me han ayudado bastante y me siento contento de que he estado jugando más últimamente, pero sigue siendo difícil llegar al estadio y no saber si voy a jugar ese día. Por ejemplo, ahorita acabo de terminar la práctica y ahora voy para adentro a averiguar si voy a jugar hoy. Es muy diferente, porque en los Estados Unidos te dicen si vas a jugar o no la noche anterior y uno tiene tiempo de descansar y prepararse para el juego, pero aquí uno llega, practica y trabaja duro y uno no sabe si va a jugar o no. Pero bueno, poco a poco me voy acostumbrado. Ahora lo que tengo que hacer es concentrarme en hacer un buen trabajando para dejar una buena impresión.

 

Dejando al béisbol de un lado, ¿qué te ha parecide Japón en general?

   Aquí todo es muy bueno. Este es un país muy bonito, y la comida es fantástica. Mi familia está contentísima aquí. Mi hijo está yendo a clases de inglés y todo. Nuestro apartamento no podría estar ubicado en un mejor lugar. Todo está cerca, el supermercado, la escuela, un café e incluso un parque, así que mi familia no tiene que moverse, todo le queda cerca.