Los 3 días nefastos del dominicano Juan Francisco

 

   Cinco partidos fue todo lo que le tomó al dominicano Juan Francisco en ser bajado al equipo menor de los Gigantes de Yomiuri para corregir sus deficiencias sobre el terreno, luego de su debut en la NPB el pasado 2 de mayo.

 

   Su primer partido fue incluso muy auspicioso, luego de irse de 3-1 con un sencillo y remolcar la única carrera del juego para darle la victoria a su club. No obstante, los últimos 3 encuentros fueron los que sellaron su suerte.

 

   Existe incluso un increíble paralelismo entre su comienzo en la liga y el del cubano Frederich Cepeda el año pasado, y conociendo la forma en que terminó la campaña de éste la marcha del dominicano en este momento no despierta demasiadas esperanzas.

 

   Tal como lo hizo Francisco hace 9 días, Cepeda se fue de 3-1, con un sencillo y una empujada, en su debut con Yomiuri en 2014, que también ocurrió en el Tokyo Dome durante el mes de mayo.

 

   En sus primeros 5 juegos, Francisco conectó apenas 3 hits para bajar su promedio del .333 inicial al .167 actual, mientras que Cepeda registró un récord casi idéntico al sumar 3 imparables en sus 5 primeros partidos para reducir su promedio de .333 a .200.

 

   La gran diferencia entre ambos es que 2 de esos 3 indiscutibles de Cepeda fueron jonrones y que éste, además, remolcó 5 carreras en ese período, mientras que Francisco sólo pudo cosechar 3 sencillos y una empujada.

 

   No obstante, el resultado final parece destinado a ser el mismo. Si bien Cepeda fue bajado al conjunto filial de Yomiuri 2 meses después de su debut, una vez que llegó allí ya no volvió a subir, salvo por un corto período en agosto.

 

   Francisco, con casi toda seguridad, recibirá al menos una oportunidad más para demostrar lo que puede hacer sobre el terreno, pero si no sabe aprovecharla pasará el resto del año en la liga menor.

 

   A continuación les presentamos los sucesos que convencieron a Yomiuri de tomar la drástica decisión de degradar al dominicano apenas 5 juegos después de su debut en la liga.

 

   Luego de conectar un sencillo en cada uno de sus 2 primeros juegos en el Tokyo Dome, Francisco se trasladó al Estadio Mazda de Hiroshima para disputar una serie de 3 juegos entre el 4 y el 6 de mayo ante los Carpas de Hiroshima.

 

   El primer encuentro de esa serie terminó en pandemónium y, lamentablemente, el caribeño fue uno de los principales protagonistas del mismo.

 

   Con las bases llenas y un out en el cierre del noveno capítulo, el bateador de Hiroshima conectó un elevado justo encima del plato y tanto Francisco, que estaba cubriendo primera, como el antesalista Shuichi Murata corrieron a atrapar la pelota.

 

   A pesar de pedirla, el dominicano la dejó caer debido a la presencia de Murata, que estaba parado a su lado y también la había pedido. En realidad, eso no fue un problema porque el umpire de tercera había cantado el infield fly y el bateador había quedado out por regla, pero el umpire del home no dijo nada y Francisco, creyendo que la pelota estaba en juego, la recogió de inmediato y pisó el plato pensando que había retirado al corredor de tercera.

 

   Para complicar más las cosas, el umpire del home cantó el out del caribeño y el corredor de tercera, a pesar de pisar el plato, se fue al dugout pensando que había sido out sin darse cuenta de que, en realidad, había anotado la carrera ganadora del juego.

 

   La regla del infield fly puso out automáticamente al bateador y anuló el out forzado en cualquiera de las bases, por lo que el corredor de tercera nunca ha debido correr y Francisco, al darse cuenta de que éste sí decidió venirse al plato, ha debido tocarlo con su guante para ponerlo out.

 

   Sin embargo, eso no ocurrió y el corredor terminó pisando el plato sin interrupciones, por lo que el coach de tercera corrió de inmediato al home para decirle al umpire que su colega de tercera había cantado el infield fly y que, por lo tanto, la carrera debería contar, y así terminó siendo luego de una breve discusión entre los umpires (vea aquí el video de la jugada).

 

   Resulta injusto culpar sólo al dominicano por lo ocurrido después de que casi todo el mundo se equivocó en la jugada, pero sin duda parte de lo que pasó fue su responsabilidad porque de estar atento a lo que estaba ocurriendo ha debido saber que eso iba a ser un infield fly y que, por lo tanto, ha debido tocar al corredor que venía de tercera para sacarlo out.

 

   Esa simple previsión lo hubiese convertido en un héroe, pero al final su despiste mental, en especial por tratarse de un extranjero recién llegado a la liga, lo transformó en un villano.

 

   Al día siguiente, en apenas el cierre del primer episodio, Francisco dejó caer un elevado en zona de foul, que no contó como error pero sí dio rienda suelta a un rally de 10 carreras de Hiroshima que decidió el partido en apenas una entrada.

 

   Como si esto ya no fuera suficiente, el dominicano cometió otro error más, que está vez sí contó, en el tercer y último juego de la serie. En el cierre de la tercera entrada y con una situación de toque de bola, comenzó a correr hacia el home, pero el bateador terminó haciendo swing y conectando un roletazo de frente al lanzador.

 

   Éste atrapó la bola y se preparó para lanzarla a primera. Francisco creyó que el camarero estaba cubriendo la primera base a sus espaldas, pero luego se dio cuenta de que nadie estaba ahí, por lo que tuvo que correr hacia primera y voltearse poco antes de llegar a la base para tratar de tocar al jugador a esa altura.

 

   No obstante, con el apuro de tratar de hacer el out dejó caer la pelota que le tiró el lanzador y permitió que Hiroshima colocara hombres en primera y tercera sin outs, lo que al final se tradujo en dos carreras más para el conjunto local (vea aquí el video de la jugada).

 

   Tan negativa fue la impresión que causó la jugada en el manager de Yomiuri Tatsunori Hara, que el dominicano fue sacado del juego en la quinta entrada y bajado al conjunto filial poco después de terminado el partido.

 

   Insistimos en que la responsabilidad de todo lo que ocurrió no se le puede asignar exclusivamente al caribeño, pero por tratarse de un extranjero que todavía se está adaptando a la liga y por ser Yomiuri un equipo tan poco paciente a la hora de evaluar el desempeño de sus jugadores, el resultado final no podía ser otro.

 

   Como ya explicamos anteriormente, Francisco recibirá al menos una oportunidad más para demostrar su talento sobre el terreno, por lo que ahora tiene la obligación de prepararse lo mejor posible para sacar el máximo provecho de la misma.

 

   De lo contrario, no sólo corre el riesgo de ponerle punto y final a su carrera en Japón tras apenas una campaña en la liga sino que incluso podría ser dejado en libertad antes de que termine la temporada regular.

 

   Es cierto que Cepeda, a pesar de su pobre promedio al bate y su modesto rendimiento sobre el terreno en 2014, fue invitado a regresar al equipo este año, pero también lo es que en esta campaña la está yendo incluso peor que el año pasado y que lo más probable es que sea dejado en libertad una vez que termine la temporada.

 

   Francisco, por lo tanto, enfrentará su prueba decisiva la próxima vez que sea subido al primer equipo de Yomiuri.